De tanto en tanto, en Portugal ocurren hechos extraños que casi siempre tienen un mismo protagonista. Iker Casillas, capaz de lo mejor y lo peor en tan solo dos semanas, ha vuelto a verse en el ojo del huracán señalado por la prensa y los aficionados lusos tras su error este domingo ante el Braga. El exmeta madridista protagonizó una de las peores cantadas de su carrera en su intento por atajar un balón largo lejos de su dominio y su errática salida acabó dejándole a merced de las críticas. Y es que Casillas se encargó de enterrar las opciones de empate de su equipo, en ese momento el marcador mostraba el 2-1, y lo hizo tras salir hasta el centro del campo y descuidar su portería en lo que supuso el 3-1 definitivo. No hubo tiempo para más.

Pecando de exceso de confianza y de afán por lograr a toda costa evitar la derrota que dejase al Oporto sin opciones por la liga, Iker se pasó de frenada y vio como el talento Alan le dejaba malparado ante los gestos de incomprensión de sus compañeros.