Hay cosas en el mundo del fútbol que nunca entenderé. Concederé el beneficio de la duda, pues uno no está dentro de los clubs, que son quienes disponen de más información. Pero lo que se percibe invita a no comprender ciertas salidas —o futuras marchas— de delanteros de nivel que han tenido o tendrán que cambiar de aires.

Son dos, y ambas salpican al CD Castellón. La primera es la de Rubén Fonte. Al burrianense se le comunicó que en cuanto llegue un fichaje abandonará Castalia.

Argumentó Sergi Escobar —al que le ha tocado dar la cara por ser el entrenador y comerse el marrón— la pasada semana que al Killer de Burriana, al igual que a Nico, se les informó de su situación para que puedan buscarse acomodo... pero mientras, a entrenar y a jugar de albinegro.

Y me pregunto: ¿No se trataba de provincializar el Castellón? Porque reitero que Fonte es de Burriana. ¿Por qué se desperdicia al delantero con mejor promedio de goles por minutos disputados del presente ejercicio? ¿Acaso vale la pena tener a un descartado en plantilla? Porque si debe buscarse una salida, no creo que se juegue la pierna entrenando.

La otra salida es la de Víctor Felip, Pichichi el pasado año del juvenil de División de Honor. ¿Por qué no valía para el primer equipo? ¿Tampoco valía para el Borriol? El viernes firmó por el Extremadura, de 2ª B, y estará a caballo de filial y primer equipo. Y ayer ya marcó con el ‘B’ de Tercera. Si creyéramos más en los de casa...