El derbi congregó a alrededor de 13.000 espectadores, siendo el partido con mayor afluencia de público de los 40 de Segunda B, en un fin de semana sin fútbol en Primera.

El Castellón-Villarreal B estuvo muy por encima de los 8.000 del Nuevo Colombino, los algo más de 7.400 de El Sardinero o los 7.000 del José Rico Pérez, en el Hércules-Espanyol B, del mismo grupo.

Es más, si contamos la jornada de Segunda A, solamente hay tres encuentros con más ambiente: Deportivo-Sporting, Málaga-Tenerife y Oviedo-Zaragoza.