Cualquier aspirante que quiera acabar en lo más alto de una clasificación, tiene que cumplir con una serie de mandamientos: ser un equipo que no encaje muchos goles antes que anotar muchos, no dejar escapar puntos cuando se pone por delante, abonarse a las remontadas o convertir su campo en un fortín. El Castellón de Sergi Escobar, como alumno aplicado que es, saca muy buenas notas en esas asignaturas y otras muchas más, destacando el sobresaliente, sino matrícula de honor, en la última.

Frank Castelló fue destituido después de salvar un punto, in extremis, frente al Olímpic. Escobar, después de debutar con una triple salida (se cambió el orden de los partidos con el Borriol, con el fin de mejorar el césped de Castalia), ha convertido en oro -o sea, en tres puntos- cada encuentro disputado en casa. Uno tras otro, La Nucía, Alzira, Elche B, Paterna, Crevillente y Roda han ido desfilando por el coliseo de la avenida de Benicàssim, ante miles de orelluts (el domingo, el derbi, lució de nuevo sus mejores galas, con 10.000 espectadores en sus gradas), marchándose con el rabo entre las piernas. Encuentros casi siempre ajustados, como lo demuestran que cuatro triunfos han sido por la mínima, uno por dos goles de ventaja y solo uno por tres (el balance ha sido de 11 tantos a favor y 2 en contra).

COMPARANDO RACHAS

El Castellón está en disposición de atacar una plusmarca de la pasada campaña, cuando llegó a enlazar, entre el tramo final de la etapa de Castelló en el banquillo y los inicios con Manu Calleja, hasta siete victorias seguidas en Castalia... hasta que el Torrevieja la truncó con un 1-2. Igual que 2010/2011, el registro más elevado de triunfos concatenados como local en los últimos tiempos.

Además, cabe recordar que el Castellón tiene más compromisos en casa que fuera (siete y seis, respectivamente), un aspecto fundamental... No obstante, hay una paradoja: el Castellón, en términos absolutos, es el mejor visitante, con 25 puntos en 14 desplazamientos (igual que el Orihuela, aunque éste en una visita más).

El relevo en el banquillo ha disparado la producción del Castellón, ya por encima de esa media inglesa que propuso -y no pudo alcanzar- Castelló, aunque todavía no le ha impulsado hacia un liderato que ya solamente parece cosa de tres, con apenas un punto separando al Orihuela (57), de Atlético Levante y albinegros (ambos con 56). Escobar, ya con 12+1 partidos, presume de un bagaje al alcance de muy pocos entrenadores en la nonagenaria historia del club: 31 puntos de 39 posibles (rozando prácticamente el 80%).

DOS PARTIDOS SEGUIDOS

Una racha con premio, los dos días de fiesta que Escobar ha dado a los suyos, antes de afrontar el siguiente tramo del calendario, anómalo para un Castellón que el domingo (todavía sin horario oficial, aunque todo apunta que por Televisión de Castellón Mediterráneo) visita al Rayo Ibense tres días antes de recibir al Eldense en Castalia. El albinegro es el equipo que descansa el primer fin de semana de marzo, en el pistoletazo de salida de las fiestas magdaleneras, cuya traca final será la visita al Atlético Levante, en un partido subrayado en rojo y con mayúsculas por el liderato.

Para el compromiso más inmediato, Escobar ya sabe que no cuenta con Alejandro Zagalá (el portero, esta vez, es baja por acumulación de amonestaciones). Será difícil que regresen Albert Pedra (inédito desde finales de diciembre) y Luismi Ruiz (aún no ha dejado del todo atrás sus problemas de rodilla), pero Enrique José Sampedro ya estará listo para dar guerra en el peculiar Francisco Vilaplana Mariel.