Con una trayectoria envidiable en el fútbol profesional (más de 150 partidos en la máxima categoría en equipos como Castellón, Cádiz, Oviedo o Zaragoza), Carlos Conde es parte de la historia del equipo albinegro. Ahora destaca en el pádel, siendo uno de los tres seleccionados por la selección española de veteranos para la primera edición del Campeonato del Mundo.

El centrocampista, nacido en Burriana el 16 de septiembre de 1961, es recordado por la afición albinegra como uno de los grandes jugadores que pasaron por el césped del viejo Castalia. Él recuerda con mucho cariño su estancia de orellut: «Fueron unos años muy bonitos, el Castellón es un club especial y ojalá esté pronto donde merece».

Conde, que no pierde de vista la actualidad de la entidad de la capital de la Plana (marcada por el regreso a Segunda B), celebra el ascenso y el cambio institucional que ha vivido el club en el último año. «Hablando desde fuera, parece que por fin hay estabilidad en la directiva, se han solucionado algunos de los problemas económicos... y ese es el primer paso para cambiar la situación deportiva. El Castellón debe estar en Segunda como mínimo y todo apunta a que con este proyecto está más cerca», explaye Conde.

Referente de la pala

Tras dejar de lado su carrera futbolística, Conde decidió apostar por el pádel, donde se ha proclamado campeón de España en varias ocasiones y va a disputar, junto a Juan Fontán y Carlos Almazán, su primer Campeonato del Mundo en octubre en la modalidad de +55 años. «Empecé con el tenis y cuando surgió este deporte, probé y me di cuenta que iba progresando», relata un Conde que explica cómo fueron sus inicios con la pala.

La de Estepona (Málaga) será la primera edición mundialista para veteranos. «Llevo nueve años en la selección y es la primera vez que se celebra un Mundial, por lo que estamos muy ilusionados. España es, junto a Argentina, la cuna de la pala mundial, iremos con el objetivo de levantar el trofeo», finaliza un ilusionado Conde.