Desconchones, corrosión, erosión, conexiones eléctricas al descubierto, material abandonado y suciedad, mucha suciedad. Es lo que se ve en Castalia, en un simple vistazo, sin necesidad de llevar una lupa de investigador, fruto de la dejadez y la falta de mantenimiento adecuado por parte de su actual inquilino, el Castellón de David Cruz. Mediterráneo, aprovechando el partido frente al Torrevieja, ha documentado visualmente los desperfectos de una instalación que empieza a acusar, ya de forma alarmante, el paso de los años y la ausencia de los cuidados adecuados. Hasta el punto de que hay ya zonas acotadas en las que no se puede ni debe pasar.

La semana pasada, responsables del Ayuntamiento, con el concejal de Deportes Enric Porcar y el gerente del Patronat Francesc Rubio a la cabeza, visitaron la instalación, de titularidad municipal, junto a David Cruz. Aunque el consistorio aguarda a un informa más detallado por parte del arquitecto municipal y el director de las instalaciones municipales, la primera evaluación determinó que la problemática de Castalia no reside en un daño estructural, sino que es fruto de la falta del mantenimiento adecuado, que corre a cuenta del club.

LA CESIÓN // Aunque el convenio de cesión del estadio no se ha firmado esta temporada por las casi irreconciliables relaciones entre Cruz y el consistorio, este último volvió a recordar al presidente y consejero delegado la obligatoriedad de que Castalia esté presentable y, sobre todo, que asistir a los encuentros del Castellón no entrañe riesgos para los espectadores en cuanto a integridad física, infecciones...

Además, el equipo de gobierno municipal también ha requerido a Cruz que presente las facturas que acrediten aquellos gastos relacionados con el mantenimiento de las instalaciones, las mejores y acondicionamiento... de los últimos meses, que son atribuibles, como reza el anterior convenio de cesión suscrito, corren a cargo de la entidad. De entrada, el Ayuntamiento solo paga el consumo eléctrico y los demás gastos del día a día deben ser costeados por el propio club.

A SIMPLE VISTA // A simple vista, Castalia presenta una serie de deficiencias que ya no pueden ser escondidas. Da igual la zona del campo que sea, lo cierto es que el paso del tiempo y una inadecuada puesta a punto retratan a un estadio que, a día de hoy, necesitaría una importante inversión para adecentarlo y que fuera agradable. No en vano, esta temporada cumplirá 30 años de vida y su última gran puesta a punto fue con motivo del último ascenso a Segunda A (2005).

El mal estado del terreno de juego (el mantenimiento es mínimo, por los impagos a la empresa encargada de hacerlo) es lo más llamativo, pero un paseo por la interioridades descubre defectos que suponen incomodidades al usuario, esos poco más del millar de espectadores que, cada 15 días, todavía acude a él.

El mal estado de Castalia es otro motivo más de la mala gestión de Cruz, quien, precisamente, tiene cada vez más cerca esa puerta de salida del club...