No tienen 19 títulos de la MLB ni compiten en el imponente Yankee Stadium de El Bronx. Su objetivo es dar a conocer este deporte entre los jóvenes de Castellón y enseñarles los valores que representa: dedicación, disciplina, responsabilidad, confianza, seguridad, compañerismo, lealtad y diversión.

Así es como se definen Los Criollos de Castellón, el único club de béisbol y softbol que existe en la provincia. Todo comenzó en 2006 cuando el fundador y entrenador, Carlos Paredes, se propone la meta de integrar cultura, tradiciones, costumbres y deporte. De ahí el nombre, que basado en la definición de criollos (los nacidos en el continente americano por padres españoles), asume los vínculos españoles y latinoamericanos y hace desaparecer las razas y diferencias para fusionarlas en una sola identidad.

Con el paso de estos 13 años, el club ha conseguido el respaldo de los padres, el Patronat d’Esports y la Federación de Béisbol y Softbol de la Comunidad Valenciana, que le apoya en su proyecto Formando la base y le ayuda a poder competir en una liga autonómica con equipos de València y Gandia.

Una cantera de oro.

No en vano, la fiebre por el béisbol es cada vez más alta en la provincia y la entidad cuenta con tres equipos en la actualidad: alevín sub-11, infantil sub-13 y cadete sub-15. Todos realizaron una gran temporada el curso pasado, consiguiendo el título de campeón tanto el alevín como el infantil, mientras que el cadete es este 2020 el primer año que compite.

Para la próxima campaña, los Criollos quieren dar un salto institucional y crear un equipo sub-18 y otro sénior. Pero necesita unas instalaciones donde poder jugar, puesto que el campo de fútbol de la Gran Vía donde actúa habitualmente en los partidos de softbol se queda pequeño.

Por esa razón, el club ha trasladado al Patronat d’Esports un proyecto para crear un campo de béisbol y que este deporte siga creciendo. De momento, no ha recibido una respuesta pero confía en que se pueda llevar a cabo.