Un Castellón en modo actualización, en medio de los reajustes derivados por las últimas salidas y por el cierre del mercado, afronta esta tarde, desde las 17.00 horas, el kilómetro 0 de su Tourmalet particular. El Clariano marca ese punto de partida de un periodo de 10 jornadas, plagado de encuentros contra rivales directos o con mucho morbo. Precisamente, el Ontinyent es el equipo que precede a los albinegros, a los que ya ganaron en Castalia (2-3), en una tarde repleta de infortunio.

El cerebro de Kiko Ramírez trabaja estos días en plenitud de revoluciones. Muchas cosas que asimilar y muchas decisiones que tomar; algunas, más o menos previstas, pero otras, si no han pillado del todo por sorpresa, sí que trastocan enormemente los planes. El propio entrenador se refería a esta situación con un término: reinventarse. En ellos están todavía los orelluts que, por contra, no pueden descuidarse, por la exigencia del calendario.

La marcha de Pruden Sáez, sin duda, es la más determinante, no solo por sus asistencias y goles. La sensacional remontada del Castellón (los dos empates no han de olvidar de donde se venía: ocho victorias consecutivas) ha estado fundamentada, en gran medida, en el factor desequilibrante del ya rojiblanco, así que otros tendrán que asumir parte de la responsabilidad del torrentí.

‘IMPASSE’ // Ramírez no podrá disponer todavía de los dos zurdos fichados el viernes, ambos de la selección AFE: el lateral Juanfran García y el extremo Rida Arkine. Además de Pruden, David Escudero se ha marchado (ayer debutó con el Atlético Saguntino, intratable en el Nou Camp de Morvedre, donde llevan 11 victorias en 11 encuentros), y Luismi Ruiz y Álvaro Gómez están sancionados, como Gaizka Saizar y Rubén Fonte, lesionados. Así que el Castellón vive un impasse, pero no es excusa para visitar al Ontinyent.

Con todo lo que tiene (ya con Juanra Cabrero y Diego Carrillo, ausentes por problemas físicos contra el Acero; así como con Álvaro Campos y Jesús López, ya cumplidas sus respectivas sanciones), Ramírez tratará de mantener el gen competitivo de una alineación, con todo, abierta a muchas elucubraciones.

Las principales incógnitas son quién hará de Pruden, con Raúl Carmona como la opción más continuista, aunque Jordi Marenyà o incluso Charly Meseguer podrían partir originariamente del costado izquierdo.

El otro de los retos está en saber quién será el 9, si Antonio Martínez o si Ramírez, que se ha llevado al canterano Jordi Pitarch (un mediocentro), entiende que Tariq Spezie ya está preparado. H