La semana más convulsa de la temporada no podía tener un final positivo. Tras la mini-crisis que se instaló en Castalia con la marcha de Calavera al Atlético de Madrid B, el Castellón acusó ese cúmulo de sensaciones que había vivido en los últimos días cayendo en el Municipal de Olot (1-0).

No fue un partido malo de los de Óscar Cano y sería injusto decir que echó demasiado de menos al organizador catalán y que por eso perdió. Pero tampoco fue bueno. Se podría decir que fue uno más de los que ha jugado lejos de Castalia esta temporada, esos que acostumbraba a llevarse con una eficacia de superior categoría y aprovechando las pocas ocasiones que generaba (como ante el Valencia Mestalla hace dos semanas o en campo de rivales directos como en Sabadell).

Pero ayer fue todo lo contrario. Fue un partido reñido, disputado, donde ninguno de los dos equipos disparó más de dos veces entre los tres palos, pero donde Salinas aprovechó la primera llegada clara del Olot para batir a Jesús López y ajusticiar a los de Óscar Cano, que no pusieron en aprietos al cuadro gerundense en toda la segunda mitad, a excepción de un cabezazo en el descuento de Cubillas --había entrado minutos antes-- que salió rozando el palo izquierdo de la portería defendida por Pol Ballesté, acertado en las pocas acciones en las que tuvo que intervenir.

CAMPOS, BAJA DE ÚLTIMA HORA / Desde el principio se podía prever que no iba a ser el día del Castellón. Eran poco más de las 11 de la mañana cuando el conjunto orellut encajaba el primer gol. Y el partido empezaba a las 12. El club anunciaba en un comunicado oficial que el capitán y portero titular, Álvaro Campos, era baja por una lesión muscular en el cuádriceps de su pierna izquierda. Lo sustituyó Jesús López, que se estrenó como titular en Liga (había jugado cuatro partidos en Copa Federación y uno de Copa del Rey ante Las Palmas).

CÉSAR DÍAZ, TAMBIÉN ‘OUT’ /Además, justo antes de que saltaran los protagonistas al terreno de juego y después de que el Castellón lo confirmase como titular, encajó el segundo. El pichichi del equipo, César Díaz, se quedaba fuera de la convocatoria al resentirse durante el calentamiento de unas molestias musculares (arrastraba una tendinitis en su pierna izquierda y llegaba entre algodones). Dos trágicas noticias para los albinegros, que tenían que enfrentarse a un duro rival como el Olot sin dos piezas fundamentales en su esquema: el cerrojo bajo palos y su hombre gol.

El encargado de sustituir al delantero manchego fue Alcaina, que acompañó en la delantera a Juanto Ortuño, asentado en el once tras su doblete ante La Nucía. El resto de la alineación fue la siguiente: Jesús bajo palos; Muguruza y Satrústegui en los laterales, Gálvez y Castells como pareja de centrales; con Carles Salvador y Kako (debut como titular) en la sala de máquinas, Rubén Díez y Jorge Fernández partiendo desde los costados; y con Juanto y Alcaina como referencias.

Salió dominador el Castellón, monopolizando la posesión y combinando en tres cuartos. Buena puesta de escena, con un Carles Salvador como creador de juego y un Rubén Díez muy activo.

JUANTO PERDONA EL 0-1 / Con este guión se llegó al ecuador de la primera parte, unos minutos que daban motivos para creer y que llegaron a su punto álgido en el 24. Carles Salvador recuperó el enésimo balón en el centro del campo y asistió a Juanto Ortuño, que tras un gran control se plantó ante Pol Ballesté y remató con la zurda abajo, pero el meta catalán evitó el 0-1 con una intervención salvadora. Fue la más clara en la primera mitad y a la postre en todo el partido.

Tras ese aviso del ex del Córdoba llegó otra buena oportunidad en las botas de Rubén Díez. El aragonés probó a Ballesté con un potente disparo, pero volvió a responder bien el meta local. Fue la última acción peligrosa de un primer acto que no contó con una sola ocasión para el Olot.

ZARPAZO DEL OLOT / Tras la reanudación salió con el mismo planteamiento el técnico granadino. El único que conoce: mandar a través de la posesión. Sin embargo, a los 10 minutos, en el 55, todo se desvaneció. Una rápida transición del Olot, permitió que Xumetra ganara la espalda a Satrústegui y pusiera un centro al corazón del área para que Salinas rematara a placer. Fue una acción muy protestada por la zaga castellonense, ya que el ex del Elche partió de una posición muy adelantada y posiblemente en fuera de juego. Un tanto que tiraba por tierra todo el trabajo realizado en la primera mitad y que dificultaba aún más el resto del encuentro. Pese a ello, el Castellón continuó con el mismo plan: tocando y tocando, pero cada vez más lejos del área. Cuando tocaba ser más vertical que nunca, Cano tardó mucho en mover el banquillo y el equipo no encerraba al Olot. De hecho, el equipo local se mostró más cómodo tras el gol y secó por completo a los orelluts.

LA ÚLTIMA DE CUBILLAS / En los últimos minutos, la precipitación se apoderó de los de Cano y los cambios tampoco mejoraron al equipo. Entraron Íñigo Muñoz, Víctor García y David Cubillas, por Rubén Díez, Marc Castells y Alcaina. El equipo apenas mostró reacción y solo pudo crear una ocasión para empatar. En el último minuto. Cuando Víctor botó una falta desde la izquierda y Cubillas conectó un cabezazo que salió rozando el palo. La única llegada clara del Castellón en toda la segunda mitad (ni un disparo entre los tres palos) y que no fue suficiente para rescatar un punto de Olot. Con el pitido final, el club de La Plana pierde la segunda posición (ahora del Barcelona B, que ganó en el descuento en su visita al colista El Prat por 1-2) y ve reducida su ventaja con el cuarto, el Villarreal B, que ya está a un punto tras imponerse el sábado ante el Lleida (4-1).