El CD Castellón se queda sin Copa RFEF pero, sobre todo, sin Copa del Rey, que era lo que realmente importaba. Los albinegros desviaron buena parte de sus esfuerzos y atención (ahí está la alineación), pero salieron escaldados de El Collao en un encuentro con una tensión impropia de esta modesta competición, de la que los orelluts se despidieron prematuramente en una nueva tanda de penaltis para olvidar, tras el 2-2 al término reglamentario (encajó estos dos primeros goles, ambos desde el punto fatídico, en el descuento del primer y del segundo tiempo) y lograr el 3-3 más allá del 120. Un gol que tardó una eternidad en ser concedido por el árbitro. A la postre, el Castellón se queda castigado sin Copa. Ni una ni otra.

Cano, que desplazó a toda la plantilla (a excepción del lesionado Regalón) y solo dos del filial, sacó un once con cuatro de los titulares ante el Gimnàstic (Muguruza, Satrústegui, Carles Salvador y Cubillas). Además, dio la alternativa a Jesús López bajo los palos y a Alcaina en la delantera, dejando fuera del banquillo a Álex Ligero, Verdés, Víctor García y, atención, a Íñigo Muñoz (del once inicial frente al Olot, a desaparecer de cualquier convocatoria). El Alcoyano fue más allá y minimizó la rotación a solo tres.

La primera media hora, un tanto insípida, no hacía presagiar el chorro de sensaciones que iba a ofrecer la tarde-noche alicantina. Hasta que Raúl Alcaina se fabricó el 1-1 que el Castellón no conservó hasta el descanso por el ímpetu del otro debutante, Jesús López, que se fue a los confines del área a atrapar una pelota... y acabó derribando a un rival.

El Alcoyano dominó a los albinegros en los primeros compases del segundo tiempo, si bien el reparto de ocasiones fue parejo.

El desenlace de estos dieciseisavos de final enfilaban la prórroga, pero antes tuvieron que llegar el 1-2 (Jairo Cárcaba, a la media vuelta, tras la internada de Alfredo Gutiérrez) y el empate a dos, de nuevo desde los once metros al entender que Marc Castells había tocado el balón con la mano en el último barullo, cuando el encuentro ya agonizaba. Otra vez penalizados.

El nuevo escenario no calmó los ánimos. El Collao se encendió con el 3-2, obra de Jorge Moltó, mediado el primer tiempo extra.

EL FOLLÓN // Ahora era el Alcoyano el que se veía ganador del pulso entre estos dos invictos, cada uno en su terreno. Pero ya sobrepasado el minuto 120, el Castellón, entre Eneko Satrústegui y Juanma Acevedo, lograba el 3-3. Pero hubo que esperar un montón de tiempo, porque el árbitro lo dio, lo anuló, lo validó...

El Castellón, con el recuerdo de las tandas malditas de Gavà o Haro (sin duda, más importantes), empezó marcando (Rubén Díez). Jesús López pudo corregir el primer error de Cárcaba, pero no el segundo de Muguruza. Acevedo cerró casi tres horas de puro fútbol clasificando al Alcoyano.