Problemas para Kiko Ramírez a la vista. El Castellón afronta la visita al Ontinyent (domingo a las 17.00 horas) con cinco bajas ya seguras y tres incógnitas.

Arriba, Gaizka Saizar y Rubén Fonte (esta semana debe conocer cuando pasará por el quirófano) son las ausencias. Pero es que, además, el frustrante empate frente al Acero se ha cobrado tres víctimas, en forma de sanción: el expulsado Álvaro Gómez, más Luismi Ruiz y Pruden Sáez, que caen por acumulación (éste cumple ya el segundo ciclo). Por contra, Álvaro Campos y Jesús López estarán sobre el césped de El Clariano, ausentes ayer precisamente por las cinco amarillas.

Además, Juanra Cabrero, David Escudero y Diego Carrillo estuvieron fuera de la última convocatoria por diferentes problemas. El primero acusa el desgaste de la competición y arrastra problemas en los isquiotibiales. El extremo barcelonés tampoco está en plenitud de facultades, por un golpe en el gemelo y por estar fuera de forma), mientras que el futbolista ilicitano tampoco viene de una buena semana, fruto de un cuadro de vómitos y mareos.

Las bajas afectan prácticamente a todas las líneas, aunque especialmente significativa es la del recambio del desequilibrante extremo torrentí, por lo que significa para el equipo. Con todo, habrá que ver cómo se recompone la zaga, que es la zona con más interrogantes.

El inicio de la fase más exigente de la competición no varía las disposiciones de Ramírez, que a la vuelta del descanso de este martes, tiene reservada una doble sesión para mañana. Una semana de las habituales, a diferencia de la inmediatamente anterior, cuando disputaron el amistoso en Onda (2-1).