Ganar o morir. El Castellón se jugará, el domingo ante el Barcelona B, su presencia la temporada que viene en la categoría de bronce, tras llevarse un punto de La Fuensanta (1-1), en una tarde repleta de emociones. Gálvez adelantó a los orelluts en la primera mitad y Chrisantus igualó para el Conquense, que bajó con este resultado, a los 15 minutos de la reanudación.

El gol del cordobés dio por momentos la salvación virtual a los albinegros, que llegaron a estar en la 13ª posición antes del descanso. Sin embargo, el tanto del equipo manchego en la segunda mitad le obliga a no fallar ante el filial culé para tener opciones de salvación directa y, sobre todo, asegurase el play-out por la permanencia (le vale hacer lo mismo que el Teruel en Cornellà).

El Castellón salió mentalizado al mal terreno de juego y no hubo que esperar más que seis minutos para visualizar la primera llegada con peligro, que la firmó Rubén Díez con un disparo desde la frontal. Buen intento del creativo mediapunta aragonés, que se marchó ligeramente desviado del arco defendido por Marqueta.

La réplica del Conquense la protagonizó Pablo Aguilera con un potente chut que se fue no muy lejos de la meta de Álvaro Campos. El portero valenciano, uno de los jugadores más regulares durante toda la temporada, volvió a responder de manera notable en una intentona de Jorge Fernández, que sorprendió a la defensa visitante con un lanzamiento desde muy lejos y que despejó el cancerbero de puños. Parecía casi una quimera que ese balón pudiera poner en aprietos al seguro Campos, pero, tras coger un efecto diabólico, cambió su trayectoria y tuvo que emplearse a fondo, con éxito.

SEGUROS ATRÁS / La buena salida de los de Cano se vio contrarrestada con esos 10 minutos de arreón del Conquense, que, con disparos lejanos y centros a la olla, quiso sorprender a una defensa albinegra que mostró su mejor imagen de la temporada. Tras esos momentos locales, volvió a reinar el dominio del Castellón, gracias a la superioridad táctica en el centro del campo. El doble pivote Castells-Gálvez fue el inicio del todo para el Castellón: un agujero negro para cualquier ataque del Conquense y el punto de partida para el fútbol ofensivo de los de Castalia. Además, la imponente capacidad física del valenciano y el cordobés fue una muralla impenetrable en el juego aéreo, argumento principal de los locales, junto a los chuts lejanos.

Cuando Castells y Gálvez superaban la primera línea de presión, conectaban con Rubén Díez y Muguruza, que partían por la izquierda y derecha, respectivamente. El guipuzcoano repitió la conexión que tan buenos frutos dio ante el Peralada con Rubén García y tuvo más libertad para llegar a zona de tres cuartos. Curiosamente, dicha dupla fue la protagonista de una de las mejores ocasiones del Castellón en el inicio del encuentro.

El lateral encontró desmarcado al ex del filial de la Real Sociedad y éste envió un gran centro a Rubén Díez, que sorprendió a la defensa manchega aunque falló en el remate final. Jugada iniciada en una banda y finalizada por el otro interior dentro del área. El aviso albinegro fue el preludio de la primera diana.

OTRA VEZ DE CABEZA / Muguruza ejerció de nuevo de asistente pero de una forma poco habitual. Con un larguísimo saque de banda mandó el balón al corazón del área... y ahí apareció como un avión Gálvez. El gigante cordobés se impuso a los dos centrales del Conquense y mandó el cabezazo directo a la escuadra. Otro gol de cabeza... y ya van ocho de los últimos nueve. Y es que el equipo orellut tiene en la capacidad física una de sus grandes bazas ofensivas, con hombres importantes como Cubillas, Castells, Cárcaba, Satrústegui o el propio Gálvez.

CASI SALVADO / El Castellón encontró así el premio a una más que notable primera mitad. Y pudo poner la guinda dos minutos antes de que el árbitro mandara a los dos equipos a vestuarios, si a César Díaz no se le hubiera escapado el control cuando se quedaba solo ante el meta tras una gran asistencia de Muguruza. La victoria daba virtualmente la salvación, puesto que condenaba a Conquense y Peralada a Tercera y dejaba a los castellonenses por delante de Alcoyano y Sabadell, ahora delante en la tabla.

Tras la reanudación, todo cambió. No en los primeros minutos, cuando Cárcaba --entró por la lesión de Cubillas-- y Muguruza malograron sendos mano a mano ante Marqueta, que hubieran significado un tanto decisivo en el futuro de ambos equipos.

el que PERDONA... / Del 0-2 y posible sentencia del Castellón se pasó al empate del Conquense. Un centro desde la banda izquierda horriblemente defendido por los centrales -Satrústegui pierde la marca y deja solo en el área pequeña a Chrisantus- acabó con un potente cabezazo del nigeriano. Imparable para Campos, que solamente pudo resignarse, como los 1.000 albinegros que se desplazaron hasta Cuenca y los miles que lo siguieron a través de la radio o internet.

El africano fue un incordio para la zaga albinegra. La muralla aérea que fue la zaga en la primera mitad pasó a flaquear en cada disputa. Además, uno de los pilares, como Satrústegui, tuvo que pasar al lateral, ya que Verdú se marchó lesionado y Castells ocupó su hueco de central. El cambio afectó al centro del campo, que cada vez tenía menos control.

Los últimos minutos fueron una locura, con el Conquense lanzado en busca de un gol que evitara su descenso y el Castellón esperando su contra. La tuvo en el 94’ y sin portero, pero el disparo de Muguruza lo tapó la defensa cuando ya se cantaba el 1-2. Al final, un punto que obliga a los de Cano a ganar al Barcelona B para buscar la salvación total.