Qué difícil es ganar a este Castellón. Los números dicen que ya son 21 los encuentros consecutivos en los que el equipo albinegro no ha saboreado el agrio sabor de la derrota, pero, más allá de las siempre frías estadísticas, está el carácter que demuestra siempre un grupo de jugadores que defienden con un orgullo espartano este escudo.

Ayer volvieron a dar buena muestra de ello en el Beltrán Báguena, en un partido que pudieron ganar perfectamente —se adelantaron al cuarto de hora y dispusieron de un buen puñado de ocasiones para ello—, pero que también pudieron perder, pues vieron cómo el Buñol dio la vuelta al marcador y Zagalá desbarató una ocasión que bien podría haber supuesto el 3-1. Al final, reparto de puntos (2-2), que deja asentado en puestos de promoción de ascenso a 2ª B al equipo dirigido —una vez más desde la grada— por Manu Calleja.

Desde bien pronto, los orelluts demostraron que no fueron a Buñol a preguntar cuándo se celebra la Tomatina. Con un once rocoso en el que sorprendió la ausencia de Chema y la presencia de David Guinot, que se estrenaba como titular, los albinegros salieron a mandar desde los primeros compases del encuentro

LA PRIMERA ALEGRÍA // Fruto de este dominio llegó el primer gol del encuentro. Esaú Rojo, que hizo mucho en Buñol, y casi todo lo hizo bien —solo le faltó la definición y evitar una tarjeta amarilla que acarrea suspensión—, provocó un córner. Lolo Ivars, quién si no, lo ejecutó a la perfección con el guante que tiene por bota y Enrique no falló con la testa, o directamente con la máscara, quién sabe. El rudo central y sus compañeros lo celebraron como merecía junto a la nutrida afición que recorrió más de 100 kilómetros en una tarde de domingo para estar junto a los suyos.

Pero en el sino del Castellón está el precepto casi obligatorio del sufrimiento y, pese a que los albinegros dispusieron de alguna ocasión para poner tierra de por medio en el marcador, un centro desde el costado izquierdo del Buñol mal despejado por Álvaro cayó en las botas del local Casti, que no falló. El omnipresente Esaú tuvo un mano a mano en las postrimerías de esta primera mitad para adelantar a los orelluts, pero Joan —el portero del Buñol cedido por el Silla— evitó el 1-2.

Tras el descanso, el Castellón se vio obligado a la remontada cuando en un lanzamiento de córner Godo firmó el 2-1 para los suyos. Manu Calleja movió ficha rápidamente dando entrada a Clyde Essomba, que demostró oficio y buenas maneras en su debut.

Esaú dispuso de otras dos buenas ocasiones para marcar. En la segunda de ellas, su testarazo salió repelido por el larguero y Yagüe no acertó a rematar al quedarse el balón muy alto como para darle la potencia requerida.

Pero como decíamos al principio, este Castellón nunca baja los brazos y Fonte, a los diez minutos de haber entrado al campo, remató como el buen delantero que es un gran centro de Abraham, incisivo una vez más por el carril del 2 en el Beltrán Báguena.

Al final, empate ante el Buñol, que no ofreció precisamente malas sensaciones pese a lo que dice la clasificación, de un Castellón que se mantiene en la tercera posición después de haber encadenado la friolera de 21 partidos sin conocer la derrota. Pase lo que pase en el palco, los gladiadores albinegros demostraron que en ellos sí se puede confiar.