El Castellón rescató un punto de su visita a Cornellà cuando lo tenía todo perdido (2-2). Joseba Muguruza, en el minuto 93, transformó una pena máxima que cometió Goldar sobre Rafa Gálvez y que hacía justicia a lo visto en el terreno de juego.

Los albinegros no habían sido inferiores al cuadro catalán. Tampoco superiores, pero hubiera sido demasiado castigo para un equipo ya de por sí mentalmente tocado y que recibió dos duros golpes con los goles de Carlos Esteve y de Leo Ramírez. Entre medias había empatado César Díaz con un cabezazo a centro del propio héroe Muguruza.

Con este nuevo empate, el 16º en lo que va de temporada, los orelluts suman 25 puntos y recortan mínimamete su distancia con la salvación, que la marca el Conquense con 29 puntos. Misma puntuación que el Alcoyano, que ocupa la plaza de play-out.

No hubo sorpresas en el once de Óscar Cano -quizás la ausencia de Jairo Cárcaba en la delantera-, que planteó un 1-4-3-1-2 con una línea defensiva con Álvaro Campos en portería, Eneko Satrústegui como lateral zurdo, Carlos Delgado y Paco Regalón en el eje central y Muguruza de lateral diestro. Por delante, Rafa Gálvez, Rubén Ramos, Rubén Díez y Caballero; y una dupla ofensiva con David Cubillas y César Díaz.

La puesta en escena albinegra, la típica desde la llegada del técnico andaluz: con la posesión del balón y sin dar opciones al rival, que apenas se acercaba a la portería de Campos. El Castellón, pese a llevar el mando del partido, tampoco generaba peligro y solo avisaba con internadas de Muguruza y desmarques de César Díaz, que perdía sus opciones al situarse varias veces en fuera de juego.

el aviso de esteve / La más clara del primer acto la tuvo un viejo conocido de la parroquia orelluda: Carlos Esteve. El delantero de Vilafamés, que ha estado durante muchos años en la mira de los albinegros para reforzar la parcela ofensiva, remató solo en el área pequeña y se topó con un seguro Campos que evitó el gol de los barceloneses antes del descanso.

Había avisado el equipo de la capital de la Plana con un gran desmarque de César Díaz. El futbolista manchego se plantó solo ante el portero local, pero el árbitro había invalidado la acción. Fue la única llegada con verdadero peligro del Castellón en la primera parte, bagaje algo pobre para lo que se está jugando.

MEJORÍA TRAS EL DESCANSO / En la reanudación salió el mejor el conjunto de Cano, que dejó atrás su dominio estéril y empezó a rondar la portería rival. En el minuto 51, los mismos protagonistas de la ocasión anterior sorprendieron a la defensa del Cornellà. César Díaz recibió una gran asistencia del ex del Teruel para batir a Ramón. Sin embargo, el asistente había invalidado la acción por fuera de juego del albaceteño.

Una acción que reforzó la moral de los albinegros y que propició la aparición de más llegadas visitantes. Tres minutos después de la del manchego, Cubigol perdió una gran oportunidad en el mano a mano ante el portero tras fallar en el control. El Castellón no podía perdonar y lo estaba haciendo... Y según dice una norma no escrita en el fútbol, quien perdona lo acaba pagando. Así fue.

El Cornellà, que no había disparado ni una vez a portería en el segundo tiempo, se adelantó por medio de Carlos Esteve. El de Vilafamés, con la caña preparada, recogió un rechace de Campos tras el remate de Eloy Gila y batió al meta orellut para poner el 1-0.

Otra vez a remolque. Sin merecerlo, el Castellón se vio obligado a remontar otro partido cuando mejores sensaciones estaba encontrando. Tras unos minutos de desconcierto, sacó espíritu el Castellón y empató en el 73’, con un cabezazo de César Díaz. El ex del Racing de Santander ganó la espalda a su defensor y mandó a la red un gran centro de Muguruza, que devolvió el empate al marcador y la confianza a su equipo.

Sin embargo, solo cuatro minutos después del 1-1, Leo Ramírez sirvió con su tanto el segundo jarro de agua fría a los albinegros. Rafa Gálvez llegó tarde a tapar al mediocentro y le invitó a probar fortuna desde fuera del área. Un disparo que salió teledirigido al palo izquierdo de Campos y que dejaba KO a los de Cano. Excesivo premio para el Cornellà, que en apenas dos llegadas tras el descanso, se encontró con dos goles y tres puntos momentáneos.

FINAL DE INFARTO / En este segundo acto de locura aún quedaba una última escena de infarto. En el minuto 92, el Castellón colgó el enésimo balón a la olla que se convirtió en un penalti sobre Rafa Gálvez. Goldar endosó un codazo al cordobés en el rostro y el colegiado no dudó. Pena máxima y una última oportunidad para rescatar un punto. Cogió el balón Muguruza, quien tras dialogar con César Díaz, lo tiró. No falló y rubricó un gran partido, con asistencia y gol incluido. Un punto que tiene que servir para devolver la fe al equipo y creer que la salvación es posible.