Un derbi es un partido que, de entrada, implica rivalidad e intensidad. Y al encuentro que ayer disputaron CD Castellón y Villarreal CF B en el Estadio Castalia no le faltó de nada. Un ambiente de gala, tres goles y tres expulsiones dieron emoción a un partido que se decantó a favor del filial amarillo pese a acabar con ocho jugadores sobre el terreno de juego.

El equipo de Miguel Álvarez sorprendió al Castellón con su esquema y con los cambios introducidos de inicio. El técnico jienense recuperó al lateral diestro Migue Leal para su posición natural y dio entrada en la banda izquierda al juvenil Álex Baena, quien con su desparpajo y calidad acabaría convirtiéndose en una auténtica pesadilla para los futbolistas albinegros.

Con el resto del equipo base, el Villarreal B empezó muy fuerte y, a los dos minutos, probó a Álvaro Campos con un primer lanzamiento a puerta que el meta valenciano blocó sin demasiados problemas. La presión arriba que ejerció el filial groguet desde el inicio le permitía recuperar muchos balones en el centro del campo, haciéndose con el control del juego y disfrutando de las ocasiones más claras. De hecho, a ese primer lanzamiento de Baena se sumaron minutos después tres remates consecutivos que Campos desbarató con la misma solidez de siempre.

DOMINIO DEL BALÓN / Mientras el cuadro villarrealense era el claro dominador, el conjunto de Óscar Cano intentaba aproximarse al área rival con tímidas internadas. El primero en probar suerte fue Rubén Díez al aprovechar un buen pase de Serra, pero el balón se marchó rozando el palo. Justo después, Cubillas reclamaba un posible penalti por agarrón que el colegiado Lax Franco, que estaba muy cerca de la jugada, no señaló. No llegó la pena máxima pero casi le cuesta otro castigo al equipo castellonense de no ser porque la contra iniciada por Iván Martín volvió a verse frenada por Álvaro Campos.

Transcurrían los minutos y el encuentro ganaba en intensidad y nerviosismo. El equipo de la Plana Baixa seguía protagonizando contras muy peligrosas y el cuadro local trataba de encontrar el camino en jugadas a balón parado. En una de ellas, un córner en el minuto 19, Víctor García a punto estuvo de marcar un gol olímpico pero el balón se marchó rozando el palo derecho de la portería de Diego Fuoli.

La insistencia del Villarreal B tuvo su recompensa en el minuto 25 y, como era de esperar, llegó en una jugada a la contra. Tras un primer rechace de Espiau que despejó Álvaro Campos, el balón le llegó al delantero Simón Moreno y este batió al portero albinegro sin apenas oposición.

El 0-1 obligó al Castellón a abandonar el 4-4-2 con el que había empezado para pasar a jugar con un 4-3-3 con el objetivo de marcharse al descanso con el empate. Y a punto estuvo de conseguirlo con un cabezazo de Verdés que salió lamiendo el poste de la meta amarilla cuando Fuoli ya estaba vendido.

PRIMERA EXPULSIÓN / El primer tiempo finalizó con la expulsión del visitante Goyo por doble amarilla. Una acción que daba esperanza a los albinegros y obligaba a los amarillos a afrontar con calma la segunda parte. Pero lo cierto es que el escenario varió poco pese a la superioridad numérica de los locales ya que el Villarreal B se mantuvo sólido como en la primera parte y mantuvo el dominio del esférico. El Castellón intentaba calmar el partido porque el filial aprovechaba su juventud para imprimir un ritmo muy alto y, a veces, una intensidad demasiado elevada pese a ir por delante en el marcador.

Hubo alguna que otra trifulca entre los jugadores que no fue a más, pero las tarjetas amarillas iban que volaban. Fruto de esa actitud, o quizás por el nerviosismo del momento, tras un golpe en la cara de Pepe Castaño a César Díaz dentro del área el colegiado señalaba penalti a favor de los albinegros. Muguruza no lo dudaba, cogía el balón, lo colocaba en el punto de penalti y establecía las tablas en el marcador sin que le temblara el pulso.

El empate no sentó demasiado bien a los jugadores amarillos y, justo en la jugada siguiente, el Villarreal B se quedaba con otro efectivo menos tras la expulsión de Pepe Castaño por una patada a la cara a Álvaro Campos.

Con nueve futbolistas y el 1-1, la moneda parecía tener que decantarse a favor de los locales casi por lógica. Sin embargo, lejos de lo que podía esperarse, fue el filial de Miguel Álvarez el que aprovecharía una ocasión aislada para volver a ponerse por delante en el electrónico tras un error defensivo del Castellón.

El tanto enmudeció Castalia. Era el minuto 81 y quedaba tiempo por delante para que o bien los locales empataran o los visitantes ampliaran su renta. Y más aún después de que el colegiado, criticado en algunos lances por parte de ambas escuadras, diera siete minutos de añadido.

ÚLTIMAS BALAS / En ese periodo, el Castellón dispuso de una ocasión de Muguruza, un saque de esquina que acabó con una falta en ataque, otro remate de Íñigo que detuvo Fuoli y un taconazo de Satrústegui que acabó también en las manos del portero groguet. El Villarreal B, por su parte, se dedicó a defender como podía pero volvió a cometer un nuevo error que le costó la segunda amarilla a su portero en una dura entrada a Cárcaba y se quedó con ocho.

En el lanzamiento de la falta lateral, cerca del área, Rubén Díez le pasaba en corto el balón a Víctor García y este lo enviaba a las nubes en la última jugada de un encuentro que acabó con la imbatibilidad del Castellón.