El CD Castellón está tocado por una varita mágica. El conjunto que dirige Frank Castelló dio muestras ayer de que cuando un equipo está en una dinámica positiva, todo le sale. El combinado de la capital de La Plana acrecentó ayer su leyenda, igualando el récord que tenía Ramón Calderé, ya que con su triunfo por la mínima ante el Orihuela (1-0) encadena 15 jornadas de forma consecutiva sin perder y se afianza como 2º en la clasificación, con cuatro puntos de ventaja sobre el 5º.

La de ayer fue la historia de ese equipo que gana por fe, por valores, por motivación... por pegada. ¡Y por suerte! Una jugada de inspiración entre Esaú y Zarzo, terminó con un disparo desde fuera del área de éste último, que tras pegar en un defensa rival entró rozando el poste. Gol de equipo enrachado, gol de play-off y como dirían en Itlia: gol partita.

Pero tuvo que sudar mucho el bloque albinegro para ganar ayer en Castalia. Frank Castelló había recordado las últimas semanas que el Orihuela tiene la mejor plantilla de la categoría. Y razón no le faltaba. Al menos, el once que puso en liza el rival se mostró sumamente competitivo.

dominio visitante / No en vano, en el primer acto el Orihuela se adueñó del esférico, pareciendo ser más el equipo local que los propios orelluts. En especial por banda derecha, un inspirado Nico se asoció mucho y bien con Brian, el mejor mientras estuvo en el campo, un mediapunta con calidad, visión de juego y muy buen golpeo de balón.

Las internadas visitantes por la derecha hicieron sufrir más de la cuenta a Jesús López, cuyo chip no es todavía 100% de defensa, al que no le llegaron ayudas de un Zarzo más orientado al ataque.

Consciente de que el equipo escorpión tendría tres buenos peloteros en la medular, Frank Castelló no utilizó su habitual 4-4-2 de casa, prescindiendo de Fonte y jugando con un solo ‘9’ y cinco hombre en la medular.

Fue un primer acto de desgaste, en el que los albinegros pudieron ponerse por delante en el marcador con dos clarísimas acciones de Javi Zarzo, una la repelió el meta Emilio y la otra se marchó fuera por poco.

En el marco local sorprendió la inclusión del meta Alejandro Zagalá en lugar de Sabater. El visitante Brian y Antonio le pusieron a prueba hasta en tres ocasiones, siendo resueltas con éxito por un cancerbero que no jugaba desde la 3ª jornada de Liga y que reapareció tras una larga lesión. Las tablas con las que se llegó al descanso hicieron justicia.

DE MENOS A MÁS / La segunda parte fue como las últimas del CD Castellón, madurando el partido a su gusto conforme pasaban los minutos. Corbalán y Ximo Forner, los dos mediocentros, junto a Lolo Ivars, fueron adueñándose del esférico, una circunstancia que contrarió a un Orihuela malacostumbrado en el primer acto.

La sala de máquinas orellut fue ganándole el terreno y la moral a un conjunto escorpión que no se pareció en nada al del primer acto, siendo claramente superados.

Fueron Esaú y Javi Zarzo quienes agitaron el encuentro al filo de la hora de juego. Primero, con un tiro desde la frontal del alcarreño que se perdió por alto, y en el minuto 71, tras una pared entre ambos, Zarzo se inventó un trallazo desde fuera del área que se coló por el poste izquierdo tras tocar en un rival (1-0).

Un tanto que despertaba a un público algo aturdido toda la tarde y que fue una inyección de moral para los futbolistas.

Con el marcador a favor, los albinegros hicieron una cosa que se les da muy bien esta temporada: matar el partido. Apenas Zagalá tuvo que realizar una parada -muy buena por cierto- en una segunda mitad en la que el Castellón tiró de oficio para ganar.

Cinco victorias consecutivas en una racha de 15 partidos que propició una sonora y merecida ovación de la parroquia local a los gladiadores de Frank Castelló.