Este domingo, a partir de las 19.30 horas, vuelve a rodar el balón en el Estadio Castalia tras más de tres meses de parón. Han pasado infinidad de cosas desde que el árbitro pitara el final ante el filial del Barcelona. Aquel día, el gol de César Díaz en el descuento -y el del Conquense en Alcoi sobre la bocina- dio una agónica permanencia a los orelluts.

Hoy, 105 días después, las sensaciones son totalmente distintas: el equipo se ha reforzado bien, ha mantenido al cuerpo técnico que, con Óscar Cano a la cabeza, hizo posible la ansiada salvación y ha ganado el primer partido de liga ante el Sabadell (0-2). No en vano, ha cambiado hasta Castalia, que ha dado un lavado de cara a sus dos fondos y ha reforzado su estructura. Todo pinta bien, aunque el Mestalla llega para pinchar la burbuja.

¿Mismo once? / No tiene motivos Óscar Cano para modificar lo que tan bien funcionó en la Nova Creu Alta. La única novedad, respecto a hace siete días, es que Héctor Verdés, que arrastraba un partido de sanción de su etapa en el Rayo Majadahonda, está en disposición de jugar. El granadino puede dejarlo inicialmente a su lado o ponerlo en el once; y aquí tendría un dilema: mantener el 4-4-2 (Paco Regalón sería el sacrificado) o modificar la estructura del equipo con una defensa de tres, prescindiendo, tal vez, de un delantero. El resto del equipo, totalmente idéntico.

Quien no estará todavía es Raúl Alcaina, el delantero sub-23 procedente del Atlético Levante con el que el Castellón cierra su plantilla; ni tampoco Jairo Cárcaba, de quien se espera que pueda jugar en un par de semanas tras recuperarse de sus molestias.