85 días después, vuelve el fútbol, el de verdad, el oficial, a Castalia. Han pasado casi tres meses desde aquel 4-2 a la Peña Sport con el que el CD Castellón soñaba con meterse en la tercera y última ronda por el ascenso a Segunda B, pese al estado terminal del club, el mismo tiempo que el nuevo grupo de gestores e inversores han cambiado la faz del albinegrismo. Empieza un nuevo proyecto, más bien una nueva era, cuyo único objetivo, como el de los seis anteriores en Tercera, es volver, de una vez por todas, a Segunda B. La primera piedra en el camino, que estará flanqueado por los 9.300 socios, es el Buñol (este domingo a las 19.00 horas).

Frank Castelló no parece esta temporada muy dado a repetir onces de una jornada a otra, antes, incluso, de que encadene la secuencia de partidos domingo-miércoles-domingo. El regusto que le dejó el encuentro ante el filial franjiverde y los problemas de tres de los titulares en el Díez Iborra le dan pie a hacer cambios.

Habrá que ver cómo está Arturo Navarro del golpe, así como los enfermos Jordi Marenyà y Kike Ferreres. Las ausencias seguras son Abraham Peleteiro (descuenta ya el último mes de su posoperatorio) así como William Domingues, todavía no autorizado a jugar, a expensas del tránsfer. Todo el resto de la plantilla está convocada.

VISITA DE PABLO HERNÁNDEZ

El último entrenamiento del equipo, en Castalia, recibió la visita de Pablo Hernández, el futbolista castellonense del Leeds United, de la Championship inglesa, y una de las cabezas visibles del nuevo proyecto del CD Castellón.