El Castellón ha pasado del negro al blanco en pocas semanas. Cuando los nubarrones se cernían al minuto siguiente de despedirse de los play-off con una nueva traumática eliminación a manos de la Peña Sport, el sol ha vuelto a salir para el albinegrismo. La llegada de un nuevo grupo de inversores y gestores ha significado la desaparición de David Cruz y la puesta en marcha de un proyecto en todos los ámbitos (deportivo, económico y social) que nada tiene que ver con lo inmediatamente anterior. ¿La consecuencia? Ha conseguido armar una plantilla que ofrece garantías de luchar por el ascenso, ha empezado a regularizar la situación del club y, sobre todo, ha insuflado vida a un Castellón agonizante.

IMPONIENDO LA LÓGICA // El club ha pasado de ser un enfermo terminal a tener esperanzas. El nuevo grupo, con Vicente Montesinos al frente, Jordi Bruixola como su mano derecha, Pablo Hernández y Àngel Dealbert como sus caras más visibles y otros que trabajan en la sombra, ha traído estabilidad desde una visión lógica. Todavía quedan cosas pendientes, principalmente una ampliación de capital que permita la desaparición completa de todos aquellos que han conducido al Castellón a casi poner fin a su longeva existencia, pero ya se ha avanzado en muchos aspectos.

En lo deportivo, la primera decisión, la elección de Frank Castelló como entrenador, ya vislumbraba el carácter del proyecto. El Castellón ha logrado retener a piezas básicas (Zagalá, Marenyà, Enrique, Forner...) y, a la vez, ha provincializado el equipo con Cubillas, Ferreres, Arturo, Luismi, Iván Sales... Por no hablar de jugadores con pedigrí, caso de Javi Serra, Javi Rubio, Juanjo...

La incorporación definitiva de Dealbert no hace sino ratificar las ambiciosas aspiraciones, que pasan por ser campeones de grupo y regresar a Segunda B.

Todos ellos deberán hacer olvidar a jugadores como Chema, Lolo Ivars, Esaú, Sabater..., que lo dieron todo en la temporada más convulsa del Castellón, en la que a trancas y barrancas, a pesar de los gravísimos problemas, mantuvieron el sueño del ascenso hasta la penúltima ronda.

elevada competencia // Este año, los play-off estarán más caros, por el elevado número de pretendientes, pero este Castellón ofrece garantías. Además, todavía puede dar un salto cualitativo, porque la plantilla no está cerrada.

La pretemporada, con victorias frente a dos rivales de superior categoría (Atlético Saguntino pero, sobre todo, Gimnàstic, de Segunda A), ha disparado todavía más las expectativas, pero el objetivo continúa siendo el mismo: ascender, ascender y ascender.