El fútbol tiene más de 100 años, con lo que es fácil caer en el tópico, Con todo, después de tanto tiempo, hay axiomas que nadie es capaz de tumbar. Uno de ellos dice que es una cuestión de rachas. El Castellón, hace unas jornadas, ganaba casi sin querer, por esa inercia tan brutal que llevaba. Ahora sucede todo lo contrario, dejándose puntos aquí y allá sin merecerlo. Los albinegros recuperaron parte de su esencia en La Nucía pero su falta de puntería, en un encuentro parejo en cuanto a juego y ocasiones, le condujo a una derrota abultada (2-0), que le deja en la tercera plaza y sin depender de sí mismo para acabar como campeón de grupo. Pero no hay nada decidido todavía, máxime con la de duelos directos que quedan.

De salida, Escobar sorprendió más que de costumbre -que ya es decir- con un once que nadie, absolutamente nadie, fue capaz de predecir. El almazorense pobló de centímetros la defensa con Enrique como lateral derecho y juntando a cuatro mediocentros por delante, debido a las no muy amplias dimensiones del Camilo Cano. Arriba, Javi Serra y Cristian Herrera, con Cubillas reservado.

El Castellón, obligado a ganar para continuar dependiendo de sí mismo en la pelea por terminar primero de grupo, optó por madurar el partido a fuego lento. Después del inicial dominio alicantino y de un disparo de Castells repelido por Mario, el centrocampismo imperó en un primer tiempo en el que no sucedieron cosas demasiado trascendentes. Cierto es que La Nucía llevaba más la vara de mando, pero los albinegros se sentían cómodos. El 0-0 en el Camilo Cano, junto al 0-0 también en el Orihuela-Eldense, dejaba todo en el aire.

TODO CAMBIA

Los alicantinos salieron con renovados bríos al regreso de los vestuarios. Prácticamente, el 0-1 en Los Arcos (resultado, a la postre, final) coincidió con el 1-0 de La Nucía, con un Fofo rematando de cabeza, pese a la abundancia de jugadores y torres en el área de Zagalá (min. 56).

El gol espoleó a lo orelluts. Cristian Herrera, al poco, se topó con Mario mientras que Escobar dotaba a su equipo de un cariz más ofensivo y reconocible, con Abraham, Cubillas e Iván Sales.

Salvo momentos puntuales de respiro, lo cierto es que la última media hora fue del Castellón. Cristian Herrera, en el balcón del área, no encontró los tres palos en un remate que lamió, literalmente, el poste. Axo sacaba un centro-chut en el área pequeña y, ya en el 91, Javi Rubio vio como su remate, desviado por un defensa (sin embargo, el árbitro no dio córner), también se perdía por cuestión de un par de dedos.

EXAGERADO

El Castellón se quedó sin tiempo. El 2-0, de Jandro, una obra de arte para uno de los muchos veteranos de guerra de La Nucía (encabezo por César Ferrando en el banquillo, los rojillos cuentan con gente como Fran Giménez, San Julián, Juanma Ortiz, Pablo Morgado...), incluso puede calificarse de anecdótico, exagerando una derrota que esta vez no estuvo en consonancia con el desarrollo del encuentro. Aunque, claro está, deja ese poso de preocupación, máxime cuando cierra un mal mes de abril (8 puntos de 18 posibles), con la fase de ascenso a la vuelta de la esquina, a la que el Castellón se encamina preparándose, salvo un nuevo giro de los acontecimientos, para pujar por el ascenso en tres eliminatorias.