La provincia de Castellón cuenta con varios árbitros que han llegado a categoría internacional más allá de Juan Ansuategui Roca en el fútbol. Enrique Villegas en boxeo, Raquel González Ruano en fútbol sala o Clara Romero en hockey hielo son algunos de los referentes provinciales en el mundo del arbitraje y forman una lista a la que se ha sumado en las últimas semanas David Almela en natación.

Vinculado a este deporte desde los siete años e impartiendo justicia en la piscina desde el 2003, el castellonense ha pasado de categoría provincial a convertirse en el primer colegiado de Castellón en ser incluido en la lista de la Federación Internacional de Natación (FINA) para los próximos cuatro años, a partir de este recién estrenado 2021.

Un premio al trabajo

«Estaba en casa y no me podía creer lo que estaba escuchando cuando recibí la llamada del Comité Nacional de Árbitros (CNA) para proponer mi inclusión en la lista FINA para el 2021. Me invadió una sensación de felicidad que no puedo explicar y un sentimiento de gratificación al saber que el trabajo que llevaba haciendo tantos años me estaba dando una de las mayores oportunidades en el mundo del arbitraje», confiesa el castellonense.

Lo más curioso es que Almela se convirtió en árbitro casi por casualidad. Tras finiquitar su etapa como nadador autonómico en las filas del extinto Club Aquàtic Castelló, al no disponer de tiempo para entrenar por sus estudios de Informática, el castellonense quiso seguir relacionado con el deporte que tantas satisfacciones le había dado y pensó en pasarse al otro lado. Al no haber por entonces un examen teórico para ser árbitro, hizo las prácticas de cronometrador y pasó a formar parte del cuerpo arbitral de la delegación de Castellón, perteneciente a la Federación de Natación de la Comunidad Valenciana (FNCV). «La verdad es que era malísimo como cronometrador y decidieron probarme como juez. Al principio la cosa tampoco mejoró mucho, pero confiaron en mí y siempre he tratado de intentar devolver esa confianza con trabajo», recuerda ahora con cierta simpatía.

De hecho, Almela se esforzó al máximo en cada competición provincial en la que tomó parte, siguió con su buen criterio a nivel territorial y, cuando se vio lo suficientemente preparado, se presentó al examen para ser árbitro nacional. Suspendió en su primer intento en el 2009 y ya en mayo del 2010 logró su objetivo. Su debut a nivel nacional llegó en diciembre de ese mismo año durante el Campeonato de España infantil por federaciones territoriales celebrado en Madrid.

Once años después, y tras muchas competiciones en las que ha aportado criterio, decisión, autoridad y responsabilidad, Almela da un paso más en su carrera y podrá representar a España como árbitro hasta el 2024. «Lo más difícil es entrar en esa lista por primera vez y la motivación es ofrecer un gran nivel para poder estar en la próxima de aquí cuatro años, ya que se renueva coincidiendo con el ciclo olímpico», asegura Almela, quien a día de hoy mata el gusanillo de la natación compitiendo en categoría máster con el CN Fanatic Swim de la capital de la Plana.

El sueño de los Juegos

En ese periodo en el que formará parte de la lista FINA, y siempre que la pandemia del coronavirus lo permita, están previstas las celebraciones del Mundial en 2021 y 2023, el Mundial juvenil en esos mismos años, los Juegos Olímpicos de la Juventud en el 2022, el Mundial en piscina de 25 metros (2022 y 2024) y los Juegos Olímpicos del 2024. Una serie de citas que ilusionan especialmente a Almela, sobre todo la cita olímpica. «Para todo árbitro, igual que para los deportistas, ir a unos Juegos Olímpicos es lo máximo, pero es muy complicado. Lo normal es que me citaran primero para un Europeo y luego para un Mundial, y luego ya se vería. No creo que me llamen para París en mi primera convocatoria», concluye.