La reaparición de Santi Cazorla con la camiseta del Villarreal es una de las pocas noticias positivas que está dejando la temporada 2018/2019 en el conjunto amarillo. El centrocampista, pese a los dolores crónicos con los que convive en el día a día —«me he acostumbrado a vivir con ellos, pero me dejan jugar», dice— es una de las luces dentro de la oscuridad general de los amarillos, de la que Cazorla espera ayudar a salir en la segunda vuelta de esta Liga que se ha complicado al máximo para un equipo que estaba llamado a manejarse otra temporada por plazas europeas. «El objetivo era recuperar mi nivel o, al menos, estar cerca, y ahora ayudar al Villarreal a salir de la difícil situación en la que nos encontramos», señaló el futbolista groguet en el programa El Transistor de Onda Cero.

«HAY MARGEN DE MEJORA»

El asturiano reconoce que acaba los partidos con molestias que «ya formarán para siempre parte» de su vida. «Como con el pie derecho no puedo hacer tantas fuerza como con el otro, fuerzo el izquierdo y eso me hace sufrir sobrecargas en la zona, pero nada grave. Con tratamiento y cuidado puedo estar listo para el siguiente partido», explica Cazorla sobre los inconvenientes a los que debe hacer frente, pero que no se traducen en dudas en su juego. Tampoco tiene dudas de que el Submarino podrá remontar en la Liga y eludir las tres últimas plazas. «Cambiaría jugar con algo más de dolor por una mejor situación del equipo, pero hay tiempo por delante y margen de mejora», indica el centrocampista, que también lamenta la «mala fortuna en momentos puntuales» para explicar la penúltima plaza de los groguets tras 19 jornadas. Cazorla ya tiene entre ceja y ceja la cita vital del próximo domingo en La Cerámica: «Ante el Athletic nos jugamos más que tres puntos».

¿FUTURO EN JAPÓN?

El centrocampista del Villarreal coincidió en la noche del pasado lunes en Barcelona con otra leyenda del fútbol español, Andrés Iniesta, en la entrega de los premios Panenka, en los que Cazorla vio recompensada su historia de superación para volver a un nivel de élite tras dos años apartado del fútbol por lesión. El asturiano no cierra las puertas a seguir los pasos del exbarcelonista y jugar en una liga emergente como la japonesa antes de colgar las botas: «Estoy abierto a experiencias y no cierro las puertas a ningún país, pero ahora ya tengo bastante con centrarme en el Villarreal».