Cazorla sella un año redondo. Una temporada que nació con dudas por cómo podía encontrarse tras el calvario de las lesiones que estuvieron a punto de jubilarle antes de tiempo, siguió con el sufrimiento de un Villarreal que apuró para celebrar la permanencia pero que ha acabado, en lo personal y en lo colectivo, con una sonrisa, sellada tras su regreso a la selección española al cabo de tres años y medio contagiando a la Roja su sonrisa y sus ganas para despachar un partido incómodo en Islas Feroe (1-4), por lo engorroso del trámite, el endeble rival, la lejanía, el césped artificial y las fechas, en los esterores de la temporada.

Robert Moreno, en ausencia del seleccionador Luis Enrique por motivos personales, corroboró los galones con el que el asturiano del Villarreal ha llegado a esta llamada de la Roja para dos partidos clasificatorios, con vistas a la Eurocopa 2020: dorsal reservado (el 20), titular, 90 minutos completos... y en la segunda parte, una vez fue relevado Sergio Ramos, con el brazalete. El lunes, frente a Suecia en el Bernabéu, el Mago todavía puede sacar la varita esta temporada, una vez más, antes de marcharse de vacaciones henchido de satisfacción y con el deseo, de toda la afición del Submarino, de que siga enrolado una campaña más.

LUCIENDO SONRISA

En el estadio Torsvöllur, Cazorla analizaba a bote pronto un partido con poca historia, más allá de que tres de los cuatro tantos llevaron la firma de defensas (Sergio Ramos, Jesús Navas y José Luis Gayà) y el restante, en propia puerta.

«Lo importante era la victoria. Sabíamos que iba a ser un partido difícil por el campo y porque se iban a encerrar, pero hemos sido superiores en muchos aspectos y nos vamos contentos», comentó. «Era un partido que parecía fácil, pero hay que estar concentrados para no llevarte el susto», dijo de un encuentro con poco que ganar y mucho que perder: dejarse algún punto encarecía los dos primeros puestos del grupo que dan acceso directo a la próxima Eurocopa (España es líder: tres jornadas, tres triunfos). Nada que ver con lo del lunes: «El de Suecia en un partido complicado, pero jugamos en casa esperamos sacarlo entre todos»

En lo personal, Cazorla se sintió cómodo porque «con estos jugadores es muy fácil jugar, da gusto jugar en la selección». «El brazalete es un sueño más cumplido: estoy disfrutando muchísimo, pero lo importante es ayudar», destacó el asturiano.

El seleccionador en funciones corroboró las gratas impresiones de Santi: «Estamos muy contentos con el partido de Cazorla». «Su caso es especial: que haya vuelto a jugar con el nivel que lo ha hecho nos hace estar contentísimos», añadió el barcelonés.

LA VUELTA, EN DATOS

Cazorla no se enfundaba la camiseta de la Roja desde el 13 de noviembre del 2015 en el José Rico Pérez, cuando la selección protagonizó una victoria cien por cien amarilla: Mario Gaspar anotó un golazo para poner el 1-0 frente a Inglaterra y el Mago cerró el triunfo en aquel trámite de prestigio.

Con esta última presencia, Cazorla acumula 78 internacionalidades. Camino de los 35 años, si se saca de la chistera un nuevo temporadón como el que acaba, no resulta descabellado pensar que aumente la cuenta y que se ilusione con volver a disputar una Eurocopa de aquí a un año...