Santi Cazorla vive una segunda juventud futbolística desde su regreso a la Ciudad Deportiva del Miralcamp. Tras estar lesionado más de año y medio en su última etapa en el Arsenal y no jugar desde octubre del 2016, el Villarreal CF le abrió la puerta de par en par para que intentara reengancharse a la élite.

El asturiano, siempre con su sonrisa por bandera, tiró de casta, de ilusión, de ganas, de voluntad... de todo aquello que hace falta para poder ver la luz cuando hasta los médicos solo veían sombras. Y ahora, tras ocho meses de trabajo, sacrificio y competición con el Submarino, Santi Cazorla es otro... o mejor dicho, vuelve a ser Santi Cazorla.

El centrocampista amarillo, que ya se encuentra recuperado de la lesión que le afectó durante las últimas temporadas, destacaba ayer que ahora sufre más que cuando estuvo lesionado como consecuencia de la situación de su equipo, y que lucha en cada encuentro por alejarse de los puestos de descenso.

La temporada está siendo muy complicada para toda la familia grogueta, una circunstancia que no pasa desapercibida para futbolistas de su calibre y con tanto peso específico en el club.

No en vano, el mediapunta asturiano no esconde cuál es el sentir de quienes habitan en el vestuario amarillo. «Cada partido es una final y eso nos hace sufrir mucho. Luchar por salvarse no tiene nada que ver. La lesión era mi sufrimiento, pero este es el sufrimiento de mucha gente y de un club al que quieres. Incluso firmaría por no jugar más y que el equipo se salvara», indicó.

LA FINAL DE VIGO

El jugador destacó la necesidad de «tener más la pelota y poder descansar con ella», una idea que como insistió deben continuar persiguiendo, sobre todo ante el próximo encuentro contra el Celta de Vigo, el sábado 30 de marzo.

Para el talentoso futbolista amarillo, «el de Vigo es un partido clave». «Estamos en un momento definitivo y tenemos una muy buena oportunidad para salir de ahí abajo. Creo que debemos seguir con la idea de tener más el balón y de esta manera seguir creciendo en el terreno de juego», confesó con sinceridad.

EUROPA LEAGUE Y EL VALENCIA

Cazorla, a su vez, añadió la importancia de «aumentar la confianza del equipo», algo que «se ha visto reforzado por sus resultados en la Europa League», aunque mencionó que la preferencia tanto de su equipo como del Valencia era evitar el enfrentamiento directo.

«Sin duda, la competición europea nos ha ayudado a recuperar la autoestima y a que muchos futbolistas que no estaban en buen momento recobrasen su mejor versión. Europa, además, nos ha servido para aumentar la competitividad del grupo», dijo.

Y sobre el rival en cuartos, el 19 fue claro. «El Valencia no era el rival que queríamos, ni ellos, ni nosotros, pero el sorteo es el que es y lo debemos afrontar así. Ellos están bien y será una eliminatoria abierta que creo que se definirá por detalles», puntualizó.

Es más, según el asturiano, la suerte está ahora del lado groguet, una circunstancia que en el mundo del fútbol debe aprovecharse. «Hemos pasado por todo tipo de rachas, hemos tenido la mala suerte de que en partidos que hemos merecido más no hemos ganado, algo que ahora parece que ha cambiado. El día en casa del Levante nos cambió y eso te da confianza», argumentó.

Incluso insistió el mediapunta del Submarino en cómo encaran los componentes del equipo que dirige Javi Calleja cada encuentro. «Ahora tenemos más confianza y la mentalidad es otra. Al final, lo que nosotros necesitábamos era encadenar varias victorias consecutivas que reforzaran nuestro trabajo», recalcó.

«Además, a ello se suman los partidos de Europa Legue, que como he dicho se nos han dado muy bien. Por lo que la dinámica y la mentalidad es otra», concluyó Santi Cazorla, quien es un enamorado del Villarreal, club que le ha devuelto a la élite.