El CD Castellón necesitaba un partido y una victoria cómoda para recuperar la confianza. Y esa combinación se dio ayer, cuando los albinegros vencieron en Castalia a Las Palmas, en inferioridad numérica desde el minuto 27, dejando buenas sensaciones y mostrando un olfato goleador que se había echado mucho de menos en numerosas ocasiones.

Los primeros diez minutos fueron algo tediosos, sin ninguna aproximación al área y con los dos equipos mostrándose mucho respeto. Las Palmas cogía la iniciativa al hacerse con el control del esférico y al Castellón le tocaba ir tras él para iniciar alguna contra o acercarse a la meta de Álex Domínguez en jugadas de estrategia. Como la primera que tuvo Marc Mateu, con posterior cabezazo de Iago Indias con el que a punto estuvo de adelantar a los albinegros.

Pero fue justo tras esa jugada cuando el panorama del encuentro cambió considerablemente, favoreciendo los intereses del Castellón. Y es que justo en la ocasión posterior, en un saque de esquina del extremo valenciano resuelto por el meta de Las Palmas tras remate de cabeza de Carlos Delgado, el colegiado Sánchez López fue alertado por una supuesta mano y fue al monitor para revisarla.

Las dudas del VAR

Hubo unos momentos de cierta angustia porque ya se sabe que prácticamente ninguna jugada revisada ha sido beneficiosa para el cuadro castellonense esta temporada, pero el árbitro esta vez sí señaló la mano de Javi Castellano. Marc Mateu no dudaba, cogía el esférico, lo ponía en el punto de penalti y con un ligero toque por la derecha marcaba el primer gol en Castalia.

Era el minuto 20 y, justo siete después, aún se encontraba el Castellón con otra clara señal para ir a por el partido cuando Araujo veía la segunda amarilla y dejaba a los canarios con uno menos.

El equipo de Garrido se lo creyó y dispuso de un par de ocasiones más durante el primer tiempo con las que podía haber puesto tierra de por medio. Jorge Fernández, uno de los más activos en los primeros 45 minutos, remataba el balón al segundo palo y el meta canario detenía en dos tiempos, en otra ocasión a balón parado. Luego era César el que se plantaba cerca del área visitante y se sacaba de la chistera un remate envenenado con el que a punto estuvo de sorprender a Álex Domínguez.

Pese a jugar en inferioridad numérica, Las Palmas salió mucho más intenso en el segundo tiempo y llegaba con demasiada facilidad al área albinegra, haciendo peligrar la victoria local. Los castellonenses habían dado un paso atrás y estaban cediendo terreno a los canarios, y eso no se podía permitir porque los tres puntos eran más que vitales para los intereses de mantenerse en la pelea por la permanencia.

Se necesitaba un punto de inflexión. Una jugada que reactivara a los albinegros y esa llegó en u error de Las Palmas, que habilitó un robo del esférico de Rubén Díez, que le dejaba el balón en bandeja a Jorge Fernández para que este batiera al portero del conjunto canario buscando el ángulo perfecto para establecer el 2-0.

Sin respuesta

Pepe Mel movió su banquillo en busca de la reacción de los suyos y entonces salió el controvertido y mediático Jesé, quien nada más pisar el verde del feudo de la avenida Benicàssim probó a un Whalley, que había estado casi inédito en todo el partido y que detuvo con seguridad el golpeo.

Solo fue un susto y aún quedaba tiempo por delante, así que Rubén Díez siguió con el mono de trabajo puesto para sumarse a la fiesta y poner la guinda al partido con dos tantos más que cerraron una goleada más que necesaria para el conjunto de la capital de la Plana, que incluso vio cómo Whalley le detenía un penalti a Ale Díez en el minuto 90. Jornada redonda para el Castellón.