El Villarreal sigue fuera de los puestos de descenso gracias al empate a tres que firmaron Huesca y Celta de Vigo tras un duelo vibrante, en el que los aragoneses volvieron a pecar de falta de acierto para llevarse los tres puntos tras una gran segunda mitad.

El partido fue de locos, con el Celta llegando a tener un 0-2 que pareció decisivo, pero la fe, el coraje y el corazón local le impidieron tirar la toalla y en una reacción de carácter le dieron la vuelta anotando tres goles en 16 minutos, aunque el Celta tampoco bajó los brazos y se recuperó del golpe igualando a falta de nueve minutos para el final.

De inicio, la excelente presión del Celta impidió a los azulgranas salir con el balón controlado obligándoles a enviar balones largos a sus puntas, de mucha menos estatura que los defensas del Celta, por lo que estos salían siempre vencedores. En el minuto 14 Brais remató una contra en la que hasta cuatro jugadores celestes se plantaron en el área prácticamente solos. El tanto permitió al Celta jugar tranquilo, encontrando el 0-2 al poco de reanudarse la segunda mitad con un disparo de Iago Aspas.

El partido parecía sentenciado, pero entonces apareció ese Huesca que nunca se da por vencido para, en 16 minutos, marcar tres goles, anotados por Enric Gallego, Chimy Ávila y Pulido, y dar la vuelta al electrónico. Con la locura desatada en la grada, llegó el empate del Celta en una buena acción de Boudebouz.

Pudo llevarse el partido el Huesca en el añadido cuando Enric Gallego falló solo ante Rubén dos ocasiones clarísimas. Con el empate, el Celta evita que se le acerque el Huesca, mientras que el Villarreal sigue un punto por encima de los celestes, los mismos que al iniico de la 30ª jornada.