Para César Díaz, la temporada empezó igual que acabó la anterior, marcando (eso sí: antes con el 17, ahora con el 12 como dorsal). Entre medias, tres meses un tanto duros en lo personal, mareado en el Racing y añorado en el CD Castellón. El caso es que ha justificado su condición de fichajazo desde el principio, con el 0-1 en la Nova Creu Alta y dando el 0-2 hecho a Rubén Díez.

El albaceteño, con su 2-1 en el descuento al Barcelona B, dejó a los albinegros en Segunda B. Empezaron semanas de incertidumbre, porque el ascenso de los santanderinos a Segunda A, como así ocurrió, le renovaba automáticamente por otro año. Si ya no había contado para Iván Ania, su situación, en una categoría superior, difícilmente iba a cambiar, pero el conjunto montañés jugó al despiste con el de delantero de Villamalea: Ahora te vienes, ahora sales; ahora te quedas, ahora te vas; no contemplamos tu salida y menos de 24 horas te dejamos marchar...

CONTANDO LOS DÍAS // Regresó un mes después de que Óscar Cano comenzara a fraguar a fuego lento el nuevo proyecto. El granadino, casi como si fuera un preso en una celda, iba tachando cada día en el calendario a la espera de un desenlace positivo de este culebrón mientras lamentaba, en ocasiones también públicamente, esta carencia. A la postre, solo pudo alinearlo en Alcoi, en el amistoso que echaba el cierre a los amistosos, pero César ya tenía bien interiorizados los automatismos, por lo que no se trataba de un refuerzo al uso.

Pese a los tres meses largos que separaron el adiós frente al Barcelona B y el nuevo hola, todo ha ido a pedir de boca desde el principio, justificando su condición de fichajazo. Y, de paso, haciendo buena la paciencia, la perseverancia y la apuesta económica del Castellón por convertirle en un futbolista top, luchando con otros megaproyectos con más ceros en las cifras que manejan.

UNA LLAMATIVA ESTADÍSTICA // César Díaz, que suma la cifra de nueve dianas en 18 partidos como albinegro, ha visto puerta cada 167 minutos. No está nada mal. Para que se hagan una idea, de seguir con esta frecuencia, se iría hasta los 20 en una temporada entera.

El atacante de Villamalea es responsable de un curioso registro, que tal vez haya pasado desapercibido al albinegrismo: pese a que tanto se está hablando de una hipotética falta de gol, el Castellón lleva 11 partidos ligueros marcando, los 10 últimos de la pasada jornada y el primero de esta. Atención: no se queda en blanco desde que se enfrentó al Mestalla en Paterna, el 10 de marzo (1-0). Este domingo (19.30 horas), esta vez en Castalia, el filial del Valencia pondrá a prueba este brillante registro.