A finales de noviembre, el diario turinés 'Tuttosport' publicó la clasificación definitiva del Golden Boy 2019, el premio que reconoce al mejor futbolista menor de 21 años que juega en una liga europea. El galardón fue a parar al portugués Joao Félix (Atlético de Madrid) y Ansu Fati ocupó el sexto lugar de la lista, por delante de figuras como Phil Foden (Manchester City), Gianluigi Donnarumma (Milan), Nicolò Zaniolo (Roma) y los madridistas Rodrygo y Vinícius. La presencia del canterano azulgrana en una posición tan destacada resultó especialmente llamativa, porque el nombre de Ansu Fati ni siquiera había aparecido en la selección de los 40 precandidatos que se dio a conocer a finales de septiembre. Así de fulgurante fue su irrupción.

El premio se entrega el próximo lunes. No es descabellado aventurar que si 'Tuttosport' hubiera esperado un mes más antes de emitir su veredicto, el joven bisauguineano habría escalado aún más peldaños en el ránking. De hecho, después del impactante gol que el martes dio la victoria al FC Barcelona en el Giuseppe Meazza y condenó al Inter de Milán a jugar la Europa League, ningún rotativo italiano dedicó elogios tan encendidos a Ansu Fati como el diario que se encarga de entregar cada año el Golden Boy.

Una etiqueta incómoda

"El nuevo Messi castiga al Inter". Con este hiperbólico titular abría 'Tuttosport' la portada de la edición del miércoles, junto a una foto de Ansu Fati celebrando con Jean-Clair Todibo el tanto que lo convirtió, a sus 17 años y 40 días, en el goleador más joven de la historia de la Champions. Para cualquier jugador llevar colgada la etiqueta de "nuevo Messi" puede ser una carga demasiado pesada, porque es imposible estar a la altura de esa expectativa. Pero a juzgar por la naturalidad con la que la perla de La Masia afronta cada nuevo reto, por exigente que sea, se diría que no será la presión lo que pueda frenar su vertiginosa carrera.

"Parece que todo pasa muy rápido", comentó Ansu después de hacer historia en el Giuseppe Meazza. En su caso es literalmente cierto. Y no solo por los muchos récords de precocidad que acumula (jugador más joven en marcar con el Barça en la Liga, jugador más joven en ser titular en el Camp Nou, jugador más joven en marcar y asistir en un mismo partido de la Liga, jugador más joven en marcar en el Camp Nou, jugador más joven en jugar en la Champions con el Barça, jugador más joven en marcar en la Champions), sino también por el poco tiempo que ha necesitado para anotar cada uno de sus goles con el primer equipo.

Seis minutos sobre el césped de El Sadar necesitó para estrenarse ante Osasuna como artillero del primer equipo. En la siguiente jornada, frente al Valencia, ya salió como titular y marcó en el minuto 3. Su tercer gol, el que anotó el martes en Milán, fue el más rápido de todos: ni 100 segundos llevaba en el campo cuando batió de un derechazo a Handanovic.

Un jugador diferente

La vida pasa rápido para Ansu Fati. A Marc Serra, técnico del Alevín A y primer entrenador que tuvo el bisauguineano en el Barça, le parece que fue ayer cuando aquel chaval empezó a viajar en AVE desde Sevilla para jugar amistosos y torneos con el conjunto azulgrana al tiempo que se entrenaba con un equipo andaluz no federado. Tenía 10 años y muchas ganas de destacar. "Ya en el Alevín A era un jugador diferente, capaz de hacer cosas no habituales en los chicos de su edad relató ayer Serra en declaraciones a la web del club-. Si podía inventar, inventaba. Le gustaba más hacerlo bonito que efectivo, un rasgo que los entrenadores hemos intentado corregir, pero sin cortarle nunca la creatividad".

Siete años después, Ansu sigue inventando. Tal vez no sea "el nuevo Messi", porque nadie puede ponerse ese disfraz, pero apunta a Golden Boy. Y será más pronto que tarde. El chico de oro tiene prisa.