Son muchos los actores que intervienen en la carrera de un futbolista hasta su llegada a la élite. En el caso de Chuca, el club puede estar agradecido a quien siguió sus primeros pasos en el Kelme alicantino y le convenció con solo 12 años para que ingresara en la residencia de la Ciudad Deportiva. Tanta importancia como su descubridor en edad infantil han tenido todos los técnicos y empleados que han guiado su carrera durante estas últimas ocho temporadas, aunque quienes mejor le conocen destacan sobre todo el papel de sus padres.

«El comportamiento de su familia ha sido ejemplar. En momentos en los que no jugaba, porque el físico no le acompañaba tanto como ahora, sus padres nunca se han metido en nada ni han puesto una mala cara. Y eso que venían a todos sus partidos desde su Jacarilla natal, casi en la provincia de Murcia», subrayan sus tutores en Mediterráneo.

ESTE ES SU AÑO

Víctor Moya Martínez Chuca no olvidará nunca la actual campaña. Al margen de debutar con el primer equipo del Villarreal, con el que ha disputado dos partidos de Liga —uno de ellos, el del pasado domingo ante el Málaga, como titular—, y otro de Europa League; su rendimiento en el filial salta a la vista, pues pese a que no es delantero es el pichichi del Mini Submarino en Liga con cinco goles en 10 partidos. Unos números que han servido para que Calleja, que le conoce de sobra, le promocione.

El polivalente futbolista —puede actuar en casi todas las posiciones del centro del campo—, no ocultaba su satisfacción tras su encuentro y la victoria ante el Málaga: «Salió todo como queríamos. Estoy muy contento por la oportunidad que me ha dado Calleja, pero hay que seguir en esta línea». Y es que la trayectoria de Chuca no ha sido precisamente un camino de rosas y mantiene los pies en el suelo pese a la continuidad que ha dispuesto en estos dos últimos partidos con el primer equipo: «Esperamos que no sea la última ocasión que tengamos. Sabemos que nuestro equipo es el Villarreal B, pero cuando tenemos una oportunidad de estar con el primer equipo hay que saber aprovecharla al máximo».

El jugador de 20 años no oculta la importancia que un entrenador como Calleja, que ha desarrollado toda su trayectoria en los banquillos en las categorías inferiores del Villarreal, tiene para los canteranos: «El míster nos da tranquilidad porque sabemos que nos conoce. Yo llevo tres años con él y eso es una motivación especial, nos da un plus más de confianza porque sabe lo que podemos aportar». De hecho, Chuca desveló también cuáles fueron los consejos del técnico madrileño antes de su salida al campo el pasado domingo: «Me dijo que tuviera mucha responsabilidad y confianza para que las cosas me salieran como sé hacerlas».

De hecho, el canterano echaba también la vista atrás para rememorar lo que ha cambiado tanto su situación personal como la de su principal valedor: «Si nos hubieran dicho hace dos años, cuando estaba con Calleja en el juvenil, que íbamos a poder coincidir los dos en el primer equipo, nadie lo hubiera esperado, pero eso da confianza y tranquilidad. Ojalá que sigan rodando las cosas».

SIN COMPLEJOS

Pese a su corta edad y escasa experiencia en el fútbol profesional, el de Jacarilla (Alicante) se siente como uno más en un vestuario plagado de futbolistas internacionales como es el del Villarreal: «En los entrenamientos con el primer equipo me siento muy cómodo, todos los jugadores te dan apoyo y confianza». El propio Calleja felicitó tanto a Chuca como a los futbolistas que están promocionando: «Demuestran que son excelentes jugadores que vienen para quedarse».

Por último, sobre su apodo, desvela Chuca que así es como llamaban a su padre, y así se le quedó «siendo aún un niño».