El futuro del Castellón está por escribir y pasa por lo que haga en las 14 jornadas que restan, pero, echando la vista atrás, deja el rastro de un tortuoso camino con el albinegrismo transitando siempre al filo del abismo. Los orelluts encaran la trascendental visita a Castalia del Teruel (domingo, a las 17.15 horas), tristemente, habiendo echado raíces en la zona de descenso, que no han abandonado desde que el Espanyol B neutralizó en los últimos compases un 0-2, que se llevó por delante a Sergi Escobar y metió al equipo entre los cuatro últimos. Una situación que se alargará al menos una semana más, por la desventaja actual: tres puntos respecto al play-out y uno más respecto a la permanencia.

No hay ningún otro equipo que lleve tanto tiempo, de forma ininterrumpida, en la zona peligrosa. La afición ha tenido que acostumbrarse, a la fuerza, a ver al Castellón en ese terreno que te devuelve a Tercera División.

TRES SEMANAS DE DESAHOGO / Los albinegros solamente han estado fuera de la hoguera en las tres primeras jornadas, en las que empató en Castalia contra Atlético Baleares y Villarreal B, intercalados con la derrota en Ontinyent (fue, respectivamente, 12º, 14º y 15º). El 16 de septiembre, a raíz del empate en la Ciudad Deportiva Dani Jarque, ya se metió entre los cuatro últimos, porque ni siquiera ha ocupado ese puesto intermedio que es el 16º, el que te conduce a una eliminatoria, frente al quinto por la cola de otro grupo que, de ganar, te mantiene en Segunda B; pero que, de perder, te condena a bajar.

En las siguientes 21 jornadas, la verdad es que el Castellón, con una precisión, casi, de un reloj suizo, ha estado en las cuatro plazas de descenso en un número de jornadas equivalentes. Eso sí, la palma se la lleva el 20º: los albinegros han cerrado la clasificación del grupo III en siete ocasiones, lo que supone prácticamente un tercio del campeonato.

Además, el conjunto albinegro ha terminado 19º en cinco jornadas y 18º, en otras cinco. Aparte de las cuatro veces en las que ha ocupado la 17ª posición.

Los albinegros tienen por delante 14 jornadas, hasta el 19 de mayo, para revertir una tendencia que, fríamente, es condenatoria. Son ocho encuentros en Castalia y seis a domicilio para buscar esos 20 o 22 puntos (prácticamente los mismos que ha conseguido en 24 partidos: 23 puntos). De lo contrario, pues bueno, nadie quiere volver a pasar por un descenso y el regreso a la Tercera División, después de la dura y larga travesía por el desierto que duró siete años...