Menos que otros años, aunque, con todo, una cifra muy significativa. El Castellón-Poblense (0-0), partido de ida de la primera ronda de ascenso a Segunda B, congregó el domingo a alrededor de 5.000 espectadores. Fue la tercera mejor entrada en el arranque de los play-off, solo por detrás de dos eliminatorias con un doble denominador común: era entre campeones de grupo y con presencia de filiales, que jugaban en el campo de sus mayores: Zaragoza B-Calahorra y Betis B-Lorca Deportiva, con 6.000 aficionados tanto en La Romareda como en el Benito Villamarín, respectivamente (según fuentes consultadas por Mediterráneo, que han servido como base para elaborar esta información y el gráfico adjunto de los 36 partidos de ida de este fin de semana en Tercera División).

Pese a la política de precios de David Cruz que provocó un alud de protestas (caros, con hasta los jugadores del fútbol base obligados a pasar por taquilla, desalojo de las peñas de gol norte bajo, imposibilidad de pagar con tarjeta...), la afición del Castellón respondió con la mejor entrada de la temporada. Eso sí, por debajo del resto de fases de ascenso de los últimos años (esta es la tercera consecutiva y la cuarta en los últimas cinco campañas).

FILIALES DE GRANDES // Zaragoza y Betis, aprovechando que sus equipos B están a un paso de subir, trasladaron sus partidos de ida del cara a cara entre campeones de grupo al estadio. Los maños, además, se beneficiaron de la cercanía con Calahorra, que trasladó a unos 700 aficionados, incrementado la asistencia a La Romareda hasta los 6.000. Cifra muy similar, a la del Villamarín en el Betis-Lorca. A la cola, el Peña Deportiva-Alzira: 300, en el campo ibicenco donde, la pasada campaña, el Castellón selló el acceso a la segunda ronda.

Simplemente como curiosidad, otros equipos representativos de capitales de provincia (sin ser filiales) arrastraron menos gente: 3.000 en el Cacereño-Deportivo B y en el Unionistas de Salamanca-Águilas, 1.500 en el Guadalajara-Atlético Cirbonero, solo 500 en el SD Logroñés-Alcobendas...

TEMPORADAS ATRÁS // Más comparativas. Hace justo un año, el Castellón inició las tres rondas como local, congregando a 8.500 (Peña Deportiva), 10.500 (Atlético Malagueño) y 14.000 (Gavà). En 2015, como campeón de grupo, perdió la eliminatoria de campeones perdiendo la vuelta en casa frente al Linares (12.500, con más de un millar de jiennenses) y, después, Haro (11.000). En la promoción de la temporada 12/13, que los orelluts afrontaron también desde la cuarta posición, unos 8.000 acudieron a ver la ida frente al filial del Córdoba.

¿DOBLE RECOMPENSA? // A finales de la semana pasada, David Cruz aprovechó el final de un entrenamiento en Castalia para bajar al vestuario y comunicarles que, como pasó frente a Villarreal C y Olímpic, destinará la recaudación de la venta de entradas para poner un parche en las seis mensualidades que les debe (la AFE ha adelantado tres, pero a cuentas de las denuncias de los jugadores que, en cuando las cobren del Castellón, tendrán que devolver). No solo eso, sino que les anticipó que, en los próximos días, iba a desembolsar una nómina.

¿Cumplirá esta vez su palabra? Teniendo en cuenta los precios (los socios pagaban entre 10 y 20 euros; el resto, de 15 a 30), desde luego, Cruz ha cumplido con el objetivo de hacer caja, aunque teniendo en cuenta todo lo que debe, insuficiente para tapar las enormes vías de agua...