La Segunda División B del fútbol sala nacional es una de las competiciones más difíciles y duras que existen. La tercera máxima categoría del país está compuesta por seis grupos de 16 equipos cada uno, es decir son 96 los conjuntos que pelean durante toda una temporada por tan solo tres plazas que hay para ascender a Segunda División A, a la LNFS.

Con clubs con estructura profesional o semiprofesional, solo el campeón de cada grupo se clasifica para el play-off de ascenso a la categoría de plata, una ronda definitiva que se divide en tres eliminatorias a ida y vuelta, cuyos tres vencedores suben a 2ª A.

a rematar la faena / Mucho le ha costado remar al único representante provincial en el grupo 3º, el CFS Bisontes Castellón —el otro club provincial en 2ª B es el CDFS Segorbe, inmerso en el grupo 2º— para establecerse como líder en solitario. El conjunto que entrena el exjugador profesional Manolo Collado, Manolín, solo ha perdido un partido tras 28 jornadas disputadas. Y aún así, tan solo le saca un punto al segundo clasificado, el CCR Castelldefels. Restan dos encuentros por concluir el campeonato regular, es decir, dos finales hacia el play-off, y los azulones deben rematar la faena y sellar la primera plaza, ganando el título a su vez.

DOS FINALES / Por tanto, seis son los puntos que restan por dirimirse y el Bisontes Castellón depende de sí mismo. La primera final tendrá lugar este sábado, 13 de mayo, en el pabellón Ciutat de Castelló, cuando los de Manolín reciban el Catgas Energía Santa Coloma B (18.00 horas), un rival complicado, ya que es el 4º clasificado con 54 puntos, eso sí, a 17 de los castellonenses.

La victoria es fundamental en casa para llegar dependiendo de sí mismos a la última jornada, donde visitarán al penúltimo clasificado, el FS Ripollet. El club ha hecho un llamamiento a la afición para que el Ciutat empuje al Bisontes al play-off.