Cuando Sergi Escobar se hizo con las riendas del Castellón, el equipo estaba fuera de los puestos de play-off después de sumar 24 puntos en 14 jornadas. En caso de que los albinegros logren la victoria este domingo en Almassora, habrán sumado 25 puntos en 10 encuentros, una racha con que le ha permitido consolidarse entre los cuatro primeros y tener al líder a cinco puntos cuando resta casi toda la segunda vuelta. ¿Cuáles son las claves de esta reacción? En este informe desgranamos las claves del efecto Escobar.

Lo primero, los resultados

Al Castellón se le exige ganar y jugar bien, pero lo primero que se le exige es ganar, y es lo que está haciendo Sergi Escobar, que ha sumado 22 puntos de 27 posibles. Los actuales guarismos del técnico no son una casualidad atendiendo a su trayectoria, pues en Preferente lidera la clasificación de entrenadores con mejor promedio de los últimos 14 años, sumando la friolera de 375 en 177 partidos, con una media de 2,1.

La intensidad, innegociable

En cuanto al fútbol que distingue al actual conjunto albinegro, cabe destacar el equilibrio y sobre todo la intensidad, que han permitido unos números defensivos más que destacados. Escobar pide a sus hombres que sean solidarios en las ayudas, no den ningún balón por perdido y reduzcan al máximo los errores individuales, unas premisas que han permitido encajar tan solo cuatro goles en los nueve partidos en los que se ha sentado en el banquillo. De hecho, antes del último partido ante el Paterna, resuelto por 2-1, el equipo había encadenado cinco encuentros sin encajar gol.

El balón parado, prioritario

En la época en la que Sergi Escobar dirige al Castellón solo se han recibido dos goles en jugadas de estrategia. Un tanto llegó en el Palmar y supuso que volaran dos puntos tras empatar 2-2. El segundo lo consiguió el Recambios Colón, aunque en tierras valencianas se ganó ese partido con solvencia (1-4). Destacar además la producción ofensiva a balón parado, pues el equipo ha anotado hasta siete tantos en este apartado desde su llegada. Como se puede comprobar, el trabajo en este apartado está dando sus frutos.

Sin un sistema definido

Con Sergi Escobar se ha visto jugar al Castellón con un 4-2-3-1, con un 4-1-4-1 y con un 4-4-2. La apuesta del técnico varía dependiendo del rival, de si el partido es en Castalia o a domicilio, de la superficie o de los jugadores empleados. Es decir, no es lo mismo jugar con un futbolista con la movilidad de William, que con un punta más de referencia junto a Cubillas, como ahora podría ser Cristian Herrera. Más de lo mismo en la medular, donde a priori Castells puede abarcar más campo que un doble pivote formado por Marenyà y Javi Rubio, pudiendo jugar así el recién llegado como único mediocentro.

La cantera sí cuenta

Sergi Escobar demostró desde el primer día que iba a contar con los futbolistas a los que comenzó dirigiendo esta temporada en el filial. Dejando al lado el protagonismo que dio a un canterano como Albert Pedra, otros futbolistas como Unanua, Amine, Jordi Pitarch o Colomer, que ya se queda definitivamente en el primer equipo, están entrando con asiduidad en los planes del míster.

Se entrena como se juega

Los últimos en llegar están comprobando de primera mano hasta qué punto llega el nivel de exigencia en las sesiones de Sergi Escobar y su cuerpo técnico. Los entrenamientos del miércoles y el jueves tienen casi tanta intensidad como los encuentros, aligerando las cargas de trabajo en las sesiones tanto de viernes como del sábado para llegar con toda la energía al partido.