No existe nadie que sea insustituible, pero sí que hay personas que son difícilmente sustituibles en sus empresas, puestos de trabajo o en este caso en un equipo de fútbol. El Villarreal tiene ahora la complicada tesitura de encontrar con carácter de urgencia un Roberto Soldado. Hasta el propio médico del Villarreal hubiera preferido errar en su primer diagnóstico a pie de campo, que ya auguraba lo peor que no era otra cosa que la rotura parcial o total del ligamento cruzado de la rodilla derecha. Las pruebas confirmaron los vaticinios del doctor Pascual Casañ, confirmando además de la grave lesión en el cruzado una fractura de menisco. Un mínimo de seis meses, con lo que el delantero valenciano se perderá una gran parte de la temporada.

Ahora el club tiene que volver a mover el mercado de arriba a abajo para encontrar un delantero de primerísimo nivel que cubra la importante ausencia y la vacante que dejará el 9 amarillo. La noticia de la lesión ya empezó ayer a desencadenar una cascada de rumores de posibles candidatos. Los agentes ya empezaron a mover piezas y entre los primeros nombres en sonar están los de Giusseppe Rossi o Caicedo, pero lo cierto es que en el club todavía no han empezado a mover ficha en serio y el Villarreal no se distingue precisamente por fichar por catálogo, y menos sin analizar profundamente cuál es la pieza elegida.

LA SOLUCIÓN // La lesión de Roberto Soldado en A Coruña abre un escenario similar al que se produjo con la gravedad de una situación similar a la de Sergio Asenjo, que se resolvió con la búsqueda de un portero en calidad de préstamo hasta la recuperación del jugador que era patrimonio del club. Todo apunta a que en este caso se va a producir una situación similar. Existe tiempo para incorporar a un nuevo futbolista hasta el cierre del mercado de fichajes el último día de agosto. Y no habría ningún problema ni prisa alguna hasta esa fecha, puesto que todavía restan 20 días. Sólo la disputa los próximos 17 y 23 de agosto de esa eliminatoria previa de la Champions contra el Mónaco desactiva esa calma que debería imperar, pero Fernando Roig Negueroles no gestionará con prisas la contratación de un delantero. Primero porque no va con el estilo del club, y segundo por qué las urgencias en fútbol siempre concluyen en fracaso o no consiguiendo el objetivo pretendido.

El Villarreal está habituado a afrontar situaciones difíciles. Y la lesión de Soldado no le hará variar su hoja de ruta. El club se reforzará con un nuevo delantero, sin prisas, pero sin pausas. H