Call me Coco lleva inscrito en sus blancas zapatillas y escrito en las camisetas que lucen sus padres, entrenadores y amigos en su palco. Llámame Coco. Así es como Cori Gauff quiere que se la conozca. Un coco que con solo 15 años ya da miedo en la pista. Y a la espera de la ansiada final entre Novak Djokovic, Roger Federer y Rafael Nadal en su lucha por ganar el título del Abierto de Estados Unidos para aumentar su cuenta de Grand Slams, este sábado 24.000 afortunados tendrán la oportunidad de vivir en directo en la central Arthur Ashe, la pista más grande del mundo, el show de Coco. La presentación de la estrella emergente del tenis estadounidense ante la japonesa Naomi Osaka, actual número 1 mundial y defensora del título. Un choque que puede marcar el futuro del tenis femenino mientras se apaga la estrella Serena Williams.

La niña prodigio que irrumpió en el circuito hace un par de meses al vencer a Venus Williams en su debut en Wimbledon y llegó a los octavos de final desde la fase previa, se ha convertido ahora en la más joven tenista en alcanzar la tercera ronda de Flushing Meadows, desde que la rusa Anna Kournikova lo consiguió en 1996, después de vencer a la húngara Timea Babos (6-2, 4-6, 6-4).

COMO EN LA NBA

"Eres la más grande, eres la mejor, escuchaba Gauff como le decían los aficionados que se hacían selfis con ella mientras firmaba autógrafos a la salida de la pista Louis Armstrong, segunda central del torneo. No es la primera vez que corean mi nombre así pero hoy fue mucho más fuerte. Ha sido comparable a un séptimo partido de Golden State" su equipo preferido en la NBA, confesaba ante el apoyo recibido de casi 14.000 aficionados que, pasada la medianoche en Nueva York, festejaron su triunfo. Una victoria conseguida en un apasionante y eléctrico final, en que Gauff, desenfrenada, agitaba sus puños con rabia en cada punto y devolvía la bola como si le fuera la vida ante una Babos (112 mundial), también agresiva y valiente a pesar de tener todo un estadio en contra.

Esto es solo el comienzo, lo prometo. Soy muy feliz de haber podido ganar un gran partido que mi rival también mereció ganar, decía, aún bajo los efectos de la adrenalina por una victoria que no estuvo decidida hasta el primer match ball, tras dos horas y media de batalla de potentes golpes, esfuerzo físico, concentración e intensidad máxima.

INVITACIÓN ESPECIAL

Gauff (140 mundial) está en Flushing Meadows gracias a una invitación especial de los organizadores del Grand Slam porque con 15 años, según el reglamento de la WTA (Asociación del Tenis Femenino), no podría jugar ya que había cubierto el cupo de tres invitaciones al año a la que tienen derecho las tenistas de su misma edad. La joven estadounidense recibió invitaciones en Miami y las previas de Roland Garros y Wimbledon pero los responsables del US Open le dieron una invitación adicional a la que la WTA no se opuso.

Una ayuda que Gauff ha compensado con sus dos primeras victorias y, ahora devolverá multiplicada con espectaculares audiencias de televisión con el partido ante Osaka. Quiero ganarla pero también deseo divertirme y poder disfrutar en la pista, aseguraba Gauff antes de jugar con la tenista que apenas hace un año ganó el título y arrebató a Serena Williams la oportunidad de conseguir su 24 Grand Slam.

Osaka, de 21 años, japonesa de pasaporte, pero formada en Boca Ratón a pocos kilómetros de Delray Beach, donde también vive Gauff, no será esta vez la favorita del público en la Arthur Ashe. No tengo presión por enfrentarme a nadie, decía sin conocer aún que sería Gauff quien la espere en la central.