Con más bajas (ya un total de nueve tras la última salida de Jaume Costa) que altas (siete, contando dos regresos tras cesión), y la confianza plena en la nueva mezcla entre veteranía y juventud que el club y el cuerpo técnico han ido maridando en los últimos meses, el Villarreal se asoma al inicio de la nueva temporada destinada a desterrar el sufrimiento de la zona baja, en la que durante tantas jornadas zozobró el Submarino en el ejercicio anterior.

La reconstrucción veraniega que ha realizado la entidad que preside Fernando Roig ha estado basada en ese cóctel perfecto que, a falta de algún pequeño detalle —el Villarreal sigue esperando la llegada del aún malaguista Javier Ontiveros—, está destinado a devolver al equipo a la pelea por la zona noble de la Liga.

Tanto la dirección deportiva como el entrenador madrileño han llegado a la conclusión de que el equipo necesita ser comandando por los jugadores de más experiencia, pero sin perder la esencia de un proyecto que siempre ha mirado de frente a su cantera y que se ha destacado por conseguir irrupciones tan espectaculares como la del actual centrocampista del City Rodrigo Hernández.

EL TOQUE DE EXPERIENCIA / Santi Cazorla (34 años), Raúl Albiol (33, cumplirá los 34 el próximo mes) y Vicente Iborra (31) conforman la columna vertebral de este nuevo Submarino, que tiene otras destacadas piezas que ya pasan la treintena con muchas opciones de tener un papel protagonista a lo largo de la temporada, como ahora Bacca (32), que se ha reivindicado a base de goles en la pretemporada, o Andrés Fernández (32), que sigue aspirando a iniciar la Liga bajo los palos. La esperanza de que el abuelo de la actual plantilla, Bruno, puede volver a aportar su magisterio después de dos años ha cogido un impulso nuevo tras el último paso por el quirófano del capitán.

LOS MÁS ‘BISOÑOS’ / Pero el once base que tiene en mente Javier Calleja ofrece un contrapunto de juventud en el que el término medio lo pondrán futrbolistas como Rubén Peña, Toko Ekambi o Gerard Moreno. Pau Torres tiene todos los números para hacerse un hueco en un centro de la zaga a la que el vila-realense rejuvenecerá, puede que con colaboración de Quintillà (a punto de cumplir los 23) en un buen número de partidos.

La savia joven en las dos líneas anteriores alataque dentro del 4-2-3-1 con el que Calleja planea comenzar la Liga llega procedente del continente africano, con la potencia de Zambo Anguissa para complementar la precisión y el toque del Cazorla en la zona de creación y el descaro y velocidad de Chukwueze en la zona más ofensiva, con 20 añitos el bebé del Submarino 2019/2020.