Mientras leemos estas líneas, es bastante probable que José Mª Villegas, Toni Conde y Enrique Carrión, estén jugándose el tipo llevando al límite sus capacidades físicas y mentales en una de las pruebas de ciclismo extremo más duras de cuantas se disputan a lo largo del año: la Titan Desert, que durante seis días testará la resistencia de unos 600 deportistas de 31 países distintos, entre los que se encuentran estos tres aventureros de la Vall d’Uixó.

Ayer disputaron la primera prueba, que los dos integrantes del Eurocop-Coves de Sant Josep (Villegas y Conde) completaron en algo más de siete horas, recorriendo los parajes más agrestes del Atlas marroquí, por donde también transcurrirá la jornada de hoy para, a partir de mañana, enfrentarse a cuatro etapas por el desierto del Sáhara, donde deberán enfrentarse a la dureza de los cambios térmicos, la arena y sus propias limitaciones, el principal reto de cuantos asumieron al decidir inscribirse en esta exigente competición.

Pocas horas antes de partir en este viaje de «descubrimiento personal», José Mª Villegas, Policía Local de Castellón, recordaba cómo el verano pasado, de forma totalmente «espontánea», reconoció encontrarse en un buen momento personal y deportivo, fundamento esencial para afrontar este desafío.

Toni Conde, amigo y compañero de correrías deportivas, no dudó en dejarse contagiar por su entusiasmo y la maquinaria se puso en marcha. Poco después se unió a ellos Enrique Carrión.

Los tres ciclistas, no solo se entrenaron intensamente antes de cruzar el Estrecho, también se documentaron, porque nunca antes habían participado en una competición similar, ni conocían el terreno por el que iban a pedalear. Aún así, el domingo a primera hora de la mañana se subieron en sus bicicletas muy conscientes de que «los principales obstáculos para acabarla son las llagas, la deshidratación, los problemas digestivos y la bajada de defensas». Todas ellas cuestiones físicas, porque según explicó Villegas, las limitaciones psicológicas no entran en sus planes. «Sabemos que es duro, pero nos hemos preparado» para hacer frente a lo que consideran una «competición contra nosotros mismos», en la que, como relatan otros participantes de años anteriores, «destacan la solidaridad y la empatía».

Su objetivo, como el de la mayoría de corredores, es completar la Titan. Más de 600 kilómetros, con etapas desde 80 a 122 km y con desniveles acumulados de hasta 2.650 metros, como la que completaron ayer.