El Villarreal disputa el jueves la primera final de la era Escribá ante el Zúrich. Una victoria dejaría más que encarrilada la clasificación a dieciseisavos de Europa League, mientras una derrota convertiría el pase prácticamente en una utopía. Consciente por tanto de la importancia del partido, Fran Escribá ya dejó entrever que experimentos, los justos, para sumar tres puntos vitales en la visita al Stadion Letzigrund.

El técnico dejó claro tras perder en San Mamés que viaja a tierras suizas «con la única idea de ganar» y adelantó que «el planteamiento no tendrá nada que ver» con respecto al último encuentro: «Allí no hay margen de error. Debemos ser más ofensivos y necesitamos una victoria».

Después de esta declaración de intenciones, una de las incógnitas que se ciernen sobre el Villarreal es saber si el jueves formará con el tradicional equipo de Europa League, es decir, con un once plagado de futbolistas menos habituales en Liga como Andrés, Rukavina, José Ángel, Pato o Santos Borré, que lo han jugado todo en competición continental; o si por el contrario el equipo inicial tendrá un aspecto más similar al del torneo de la regularidad.

Pues bien, atendiendo a las palabras del entrenador --y también a la lógica que dicta la clasificación del Grupo L--, no hay que esperar muchas rotaciones. Es más, de haberlas, habría que retrasarlas para la visita del Alavés al Madrigal. Así lo reconoce el propio técnico amarillo: «No me preocupa el cansancio cara al partido del jueves porque hay tiempo de recuperación. Para el domingo sí podemos pensar algo distinto, pero en Zúrich elegiré al once que mejor crea». Escribá repetía la misma idea: «El jueves ya estarán todos perfectos, así que para el domingo puede condicionar el cansancio, pero para el jueves seguro que no».

TOQUE DE ATENCIÓN // Hay que recordar que el propio entrenador del Villarreal se fue cuanto menos disgustado del último encuentro en Europa League. No era para menos. Los amarillos perdían en el Madrigal frente a un teóricamente inferior Osmanlispor turco y Escribá lanzaba un recado a sus hombres: «Perdimos más por errores de poco rendimiento individual, que nos hicieron tener un bajo rendimiento colectivo. Eso me obliga a dar una vuelta y si hay gente que no está al nivel exigido no jugará».

Dicho y hecho. Habrá que esperar al jueves para comprobar si cumple su amenaza, pero atendiendo a las palabras del técnico, pocas caras nuevas se verán este jueves en el once con respecto al último choque en San Mamés.