Dos caídas en las dos primeras etapas del asalto a su tercer Tour y 48 segundos cedidos en la meta de Cherburgo con respecto a sus dos grandes rivales, el británico Chris Froome y el colombiano Nairo Quintana. Visiblemente mermado, Alberto Contador no pudo aguantar el ritmo de los mejores cuando el pelotón aceleró en el puerto de tercera categoría de La Glaciere, cuya cima estaba a pocos metros de la meta.

Segunda jornada por las costas normandas, esta vez salpicada por cuatro pequeñas cotas de inicio y un interesante final en cuesta que anunciaba cambio de líder. Era el aliciente principal del día, junto con la incógnita de comprobar si el madrileño, que salió magullado “pero con la moral alta”, podría ser presa de los depredadores en el repecho previo a la meta. Las cosas se torcieron para el del equipo Tinkoff en el kilómetro 60, cuando se vio implicado en una caída junto a otros corredores como el también español Purito Rodríguez.

Su bicicleta sufrió algún problema mecánico que le obligó a cambiar y rodó descolgado hasta que se reintegró al pelotón a falta de 112 kilómetros para la meta.

Contador aseguró sentirse “físicamente muy penalizado”. “No puedo pedalear como me gustaría como consecuencia de las caídas”, agregó. Aún así, señaló que “lo importante es no venirte abajo, aunque a veces es complicado. Tengo las piernas muy tocadas”.

El eslovaco Peter Sagan (Tinkoff) hizo honor al jersey multicolor de campeón mundial para convertirse en nuevo líder al imponerse con autoridad en la segunda etapa. Sagan, de 26 años, interpretó a la perfección su papel de favorito de etapa en un final ascendente. Entre los mejores emergió el arcoiris del ciclista de Zilina para imponerse por delante del francés Julian Alaphilippe (Etixx) y de Alejandro Valverde (Movistar), a quienes aventaja en 8 y 10 segundos en la general. H