Castellón albergará por segunda vez en la historia la Copa de Europa de Clubs en categoría absoluta. Será el 25 y 26 de mayo del 2019 cuando las instalaciones de Gaetà Huguet acojan la competición más importante a nivel de clubs que se disputa en el Viejo Continente y en la que el Playas de Castellón ha competido de forma ininterrumpida desde el 2009 (anterior año en que organizó el evento). De esta manera, en la próxima edición alcanzará sus 10 presencias consecutivas en la cita, con el paréntesis del 2017, cuando no se disputó en Mersin (Turquía) debido a que los atletas corrían riesgo dada la cercanía con la frontera con Siria.

El hecho de que la capital de la Plana vuelva a ser el epicentro del atletismo europeo se debe a que la Asociación Europea de Atletismo ha elegido la propuesta presentada por el club castellonense. «Tras quedar campeones de la Liga de Clubs realizamos la petición formal y ahora nos lo han concedido, lo que supone una gran satisfacción y un nuevo reto a nivel organizativo para el club», comenta el presidente del Playas de Castellón, Toni Escrig.

Y tras lograr el objetivo de organizar la Copa de Europa de Clubs, el Playas comenzará en breve a planificar lo que será esta cita la próxima primavera. «Supone un trabajo extra por parte de todos, pero estamos encantados de hacerlo para traer el mejor atletismo a Castellón», añade el mandatario, quien reconoce que tienen «más experiencia organizativa que hace 10 años».

Los ocho mejores / En esta competición participan los ocho mejores clubs masculinos y femeninos de Europa, siendo el Playas el representante español en categoría masculina (en féminas es el Valencia) debido a su título en la Liga de Clubs de División de Honor, que ha dominado en la última década con autoridad.

Así, los castellonenses volverán a ser favoritos. Salvo el 2009 (cuartos) y el 2010 (quintos) siempre han subido al podio, incluso con el título del 2015 en Mersin, mientras acabaron terceros en la última edición en Birmingham. «Vamos a luchar por ganar en casa, pero sabemos que será complicado, ya que el hecho de ser anfitriones puede elevar la presión de los atletas», matiza Escrig.