El CD Castellón cuenta con un importante estímulo, económico y deportivo. El partido de cuartos de final de la Copa RFEF frente al Prat en Castalia (20.00 horas) pone en juego el pasaporte no solamente a la semifinal de esta competición, sino también el acceso a la Copa del Rey de esta misma campaña, lo que supondría un mínimo de 50.000 euros.

Según informó Luis Rubiales el lunes, en la presentación del plan Impulso 2023 a más de 400 clubs de Segunda B y Tercera, los equipos de la categoría de bronce participantes en la Copa del Rey recibirán en torno a 40.000 euros, a los que hay que añadir 12.000 por alcanzar la penúltima ronda en la Copa RFEF. Eso sin entrar en futuros ingresos por taquilla, publicidad, televisión... El presidente de la federación española garantizó, igualmente, un incremento en ayudas directas (pasan de los 70.000 de la pasada campaña a los 100.000 de media a partir de la actual) y vía Footters (20.000), a los que hay que sumar kilometraje (10.000), arbitrajes (26.000), scouting (4.500)... Es decir, que el Castellón, si disputa la Copa del Rey, podría recibir un total de 202.000 euros (si no, serían en torno a los 162.000, 50.000 más respecto a la 2018/2019).

Pero, mirando a lo más inmediato, Óscar Cano, que cuenta con la baja de Paco Regalón, no arriesgará con Héctor Verdés. El granadino no debería desviarse del once que sacó en la eliminatoria anterior frente al Jove Español, con oportunidades para Jesús López en la portería; Jorge Veintimilla y Marc Castells en defensa; Pablo Roig en la medular; y Jairo Cárcaba y Raúl Alcaina en punta. Así, Eneko Satrústegui y César Díaz, incluso, podrían quedarse fuera de los 18 frente a un Prat que llega más castigado físicamente (la Copa Cataluña le ha obligado a un esfuerzo todavía mayor), sin el lesionado Alberto Padilla ni el sancionado Javi Morales, con una situación delicada en el campeonato doméstico, a cuatro puntos de la salvación.