El Barça lleva tres años seguidos conquistando la Copa, pero su entrenador no ha logrado ni una. Perdió una final con el Athletic, precisamente ante el Barça (3-1 en el 2015). La saturación en el ansia de ganar no existe, asegura Ernesto Valverde, y menos en su caso. «La Copa es importante, muy importante», aseguró, y no habrá concesiones ni rotaciones ante un Celta que inquieta.

En la ida de Balaídos no jugaron Iniesta, Messi ni Suárez. Pero en el Camp Nou (21.30), con la eliminatoria todavía incierta, es impensable que se sienten en el banquillo. Entre otras razones, porque el entrenador no las tiene todas. El único titular que será suplente es Ter Stegen, porque la Copa le toca a Jasper Cillessen.

DOS EMPATES / Y tiene motivos para sentir un cierto hormigueo. El Barça no ha batido al Celta en los dos reciente partidos disputados. Empató en la Liga (2-2) y empató en la ida copera (1-1). «La eliminatoria está decantada mínimamente porque el 0-0 inicial nos favorece», concedió Valverde, «pero el Celta ha marcado en todos los partidos fuera de casa».