En el Villarreal CF son partidarios de que cuando las autoridades competentes lo decidan se pueda retomar LaLiga y los equipos se jueguen sus objetivos sobre el terreno de juego. Aunque a día de hoy es una incógnita saber cuándo se podrá volver a competir, porque los contagios y fallecimientos provocados por el coronavirus siguen a niveles muy altos, Fernando Roig lanzó su propuesta de cómo debería ser ese regreso cuando este se dé.

En este sentido, el presidente desveló la opción de poder jugar «cada 48 horas» y hacerlo con «cinco cambios por equipo» en cada partido, ya que las plantillas son amplias y de este modo «habría más rotaciones y se aligeraría el esfuerzo». «Hay que adaptarse y empezar a mover esto. Podemos morir por el coronavirus, pero no podemos parar, debemos reaccionar», señaló el máximo dirigente del club groguet.

No obstante, lo primero sería ir retomando la actividad poco a poco después de varias semanas de confinamiento y empezar a permitir a los jugadores entrenar, priorizando en todo momento la salud de los futbolistas y del cuerpo técnico. «Se debería ir poco a poco y con un control importante», apostilló Roig.

En el caso del Villarreal, la plantilla quedaría concentrada en el hotel de la Ciudad Deportiva y sería sometida a controles habituales, mientras que para los partidos que se jugaran fuera, el presidente aboga por establecer un hotel en cada ciudad y que todos los clubs vayan al mismo.

Aislados y controlados

«Nosotros disponemos de un hotel en el que los jugadores podrían estar perfectamente aislados y controlados. Si quieren visitar a las familias, deberíamos hacer pruebas. Y cuando tengamos que viajar, deberíamos hacerlo solos y con un control, tener un hotel testado y controlado e ir todos los equipos al mismo», explicó.

Ahora mismo todo son propuestas, pero el Villarreal es uno de los clubs que trabaja codo con codo con LaLiga en busca de la mejor opción para tratar de retomar la competición, aunque fuera a puerta cerrada, y evitar pérdidas millonarias para los clubs o incluso si tuviera que alargarse la temporada más allá del 30 de junio o trabajar incluso «en Navidad». «Lo más importante es que todos hagamos un esfuerzo para mantener la maquinaria en marcha», subrayó el dirigente.

«Aunque debemos esperar a lo que digan las autoridades sanitarias y apoyar a los que van detrás, los clubs de fútbol tenemos capacidad para tener controles, pruebas y demás por medio de nuestros organigramas médicos por lo que, una vez nos digan, podríamos regresar al trabajo con relativa normalidad», concluyó.

Acuerdo con la plantilla

El Villarreal había comunicado su intención de llegar a un acuerdo con la plantilla del primer equipo para paliar de algún modo los efectos económicos provocados por la crisis del coronavirus antes que recurrir a un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) y ayer fue el presidente del club, Fernando Roig, el encargado de anunciar la medida.

Los futbolistas del primer equipo y el cuerpo técnico tendrán una reducción salarial del 20% si no se reanuda la competición en Primera División, un porcentaje que será inferior si finalmente sí se puede completar la temporada 2019/20, con o sin público. Este acuerdo permitirá mantener los 623 puestos de trabajo con los que cuenta el club de la Plana Baixa pese a la actual situación sanitaria que está provocando problemas a numerosas familias.

«La solidaridad asumida por los jugadores y cuerpo técnico, ante el cese de la actividad económica por el estado de alarma decretado por el Gobierno, ha sido determinante para que el club haya decidido también realizar un gran esfuerzo para seguir manteniendo los puestos de sus 623 trabajadores y sus familias y evitar pedir el ERTE», detalló la entidad en un comunicado enviado tras la comparecencia del presidente en las instalaciones de Pamesa.

Desde que la directiva del Villarreal inició hace un par de semanas las primeras conversaciones con los jugadores del primer equipo la respuesta por parte de la plantilla grogueta siempre fue comprensiva, de ahí que no haya sido complicado alcanzar un acuerdo que permita al resto de trabajadores mantener sus salarios.