El sueño de Carles Rexach se acaba de hacer realidad. El creador de la famosa frase "correr es de cobardes" se sentiría plenamente a gusto con la nueva modalidad de fútbol que está empezando a implantar en España Steve Archibald, el que fuera jugador del Barça, junto con Silvio Szegedi, hijo de otro legendario futbolista azulgrana del equipo de la Cinco Copas de Ladislao Kubala, en los años 50.

Los dos importan desde Inglaterra el 'Walking Fútbol', una curiosa variante en la que lo básico es no correr. "Eso permite que sea un juego para todos y para todas las edades, que no haya apenas lesiones (porque no ha impacto ni choques) y nivela mucho el juego porque, sin correr, es imposible driblar", explica Archibald, el delantero escocés que un día marcó un famoso gol casi con la oreja a laJuventus en la Copa de Europa. Ahora se ha apuntado a este fútbol de posición que hace dos o tres años se inventó en Inglaterra un tal David Rich y que él, junto con su socio Szegedi y la ayuda de la Federació Catalana de Futbol, está empeñado en popularizar no solo en Catalunya sino en toda España.

"Rich estableció este concepto del 'Slow Pace Football' en Inglaterra, pero luego se desentendió un poco y no se ha desarrollado bien. Nosotros tenemos la licencia para España y queremos hacer las cosas bien. Montaremos torneos y liguillas a partir de septiembre y todo el mundo se podrá apuntar", asegura Silvio Szegedi, que ayer ofició de maestro de ceremonias en una triunfal exhibición en el Estadi Olímpic de Montjuïc, que contó con varios equipos, entre ellos de los veteranos del Barça y el Esport Solidari Internacional de Josep Maldonado.

BALÓN AL PIE

"A Rexach le gustaría sin duda este fútbol", bromea el excandidato a la presidencia del Barça, Toni Freixa, integrante del equipo de Maldonado. "Aquí la clave es dar el balón al pie del compañero, desmarcarte y ofrecerte de nuevo para recibirla", explica Freixa. "Tiene su gracia, y ofrece la oportunidad de jugar incluso a la gente que había dejado de hacer deporte", añade.

Archibald, en el descanso de uno de los partidillos, explica las bases del juego. "No se puede correr nunca, ni dar más de tres toques al balón ni jugarlo por encima de la cabeza", desgrana el escocés. Los árbitros sancionan con falta cualquiera de estas acciones. En cambio se puede combinar con el portero (que tampoco puede correr) y no hay fueras de juego. Otras cosas penalizadas son retener el balón o discutir con el colegiado. Respeto máximo.

"Hay siete jugadores de campo más el portero por bando, el campo ideal es de 42x25 metros, se juega en dos partes de 25 minutos y tendremos un balón propio, parecido al del Fútbol 7 pero que bota menos", asegura Szegedi, que añade: "Es un juego para toda la familia".