La crisis echa raíces en el Santiago Bernabéu, ante un madridismo cada vez más indiferente (poco más de 53.000 espectadores asistieron a la derrota frente a la Real Sociedad). Los blancos vienen de revalidar el título de campeón del mundo, pero ya están a 10 puntos del Barcelona en LaLiga, con un entrenador que no puede desprenderse de su etiqueta de interino y volviéndolo a fiar todo a la Champions, ahora sin un Cristiano Ronaldo salvador.

Esta vez, la cortina de humo es doble. Florentino Pérez presentó ayer a Brahim Díaz (ha pagado 17 millones al Manchester City, más 7 en variables), otro mediapunta, otro futbolista prometedor (21 años), otro jugador del perfil de Marco Asensio o de Isco, relegado al ostracismo: el malagueño, pese a las lesiones del balear o Bale, está ya por detrás de Vinicius en las preferencias de Solari.

Precisamente, el presidente trataba de alegrar el día al madridismo recordando los éxitos recientes: «Este tiempo de conquistas viene acompañado de dificultades y momentos complicados». «Este club va a darlo todo. Estamos preparados para dar nuestro nivel de exigencia que nos obliga a adaptarnos a un nuevo escenario internacional», añadió.

Florentino no fue lo único que hizo. Soliviantado por la actuación de Munuera Montero, que no vio ni quiso consultar con el VAR el claro penalti de Rulli sobre Vinicius, llamó a Luis Rubiales tras el partido del Bernabéu para lamentar lo que definió como «un error claro» del sistema de videoarbitraje. Fuentes del club confirmaron la llamada del presidente del Real Madrid al de la federación española (RFEF) en la misma noche el domingo, apenas concluyó el encuentro contra la Real Sociedad (0-2).

La conversación entre ambos dirigentes fue «cordial y en buen tono», según fuentes de la federación española, que confirmaron que la entidad blanca «no ha presentado una protesta formal» y que la única queja fue la que Pérez le hizo llegar vía telefónica directamente a Rubiales.

Y más malas noticias. Kroos sufre una lesión muscular y se une a una enfermería que ya empieza a rebosar con Asensio, Mariano, Bale y Marcos Llorente.