Castalia, llevando en volandas a los albinegros, disfrutó, padeció y explotó con la clasificación para la segunda ronda, más agónica de lo que indica el 4-1 final. El Tropezón llegó al descuento a un gol de pasar, tras haber empatado el partido y la eliminatoria. Pero Cristian Herrera justificó lo peleado de su fichaje en enero con un hat-trick que empezó a construir un minuto después del 1-1 (Cubillas había adelantado a los orelluts en el descuento del primer tiempo) y que rubricó más allá del minuto 90 con dos tantos más.

El Castellón estará esta tarde, nuevamente, en el sorteo, una vez ha superado un primer escollo con luces y alguna sombra frente a un rival modesto pero que exprimió sus pocas armas para llevar al Castellón a un estado de sufrimiento del que solo salió respirando gracias al descuento.

LOS AJUSTES // Escobar y Geli, por las evidentes diferencias respecto a la ida (marcador, escenario, el devenir de la semana…) realizaron ajustes en sus respectivos equipos. El almazorense volvió a sorprender con un once revestido de un barniz más fornido: al margen del regreso de Dealbert en detrimento de Arturo, pobló el centro del campo con Castells como vértice inferior de un triángulo con Javi Rubio y Marenyà, situando a Juanjo por la izquierda. Cristian Herrera fue el damnificado en este 4-14-1.

Más sorprendente, si cabe, fue la alineación cántabra, con más cambios (tres) y la suplencia de su 9 y máximo realizador, Dorronsoro, cuyo puesto fue ocupado por Chamorro... para incrustarse en el centro de la zaga. Estrada por Sofi en el lateral (Álex Díaz pasaba a la derecha) y Fresno por Víctor en la medular completaron las novedades de un equipo que, pese a tener que remontar, salía con un descarado 5-4-1. Es más, con 0-0, en el primer tiempo, perdiendo tiempo, incluso.

No fue extraño, por tanto, que el Tropezón cediera el balón y muchos metros -más de lo esperado- al Castellón, cuyo arranque del partido fue el adecuado, mandando, con una circulación fluida de balón para desgastar a su oponente en una tarde nublada pero bochornosa. Cubillas, a centro de Abraham, pudo ponerle la guinda, pero el escorzo con la cabeza fue excesivo (minuto 6).

El Castellón ganó en control del partido con el trivote, pero perdió potencial arriba, al carecer del juego entre líneas de Cristian Herrera. El Tropezón capeó el temporal y, superado el minuto 20, encontró desahogo… y espacios. Riki burló la vigilancia en tres ocasiones, la primera para disparar al lateral de la red; la segunda, para colarla por la escuadra… cuando la acción estaba invalidada a instancias del auxiliar; y la tercera, en posición ventajosa, pifiarla en el remate.

EXPRIMIR EL DESCUENTO // El Castellón había dejado de generar peligro, salvo algún chispazo esporádico y el intercambio de extremos entre Serra y Juanjo. Cubillas no tenía a su mejor socio a su lado. Ahora, el partido le gustaba más a su adversario, aunque, al menos, los albinegros sí lograron que los últimos minutos del primer periodo se jugasen en territorio visitante. Pasaba ya del 45, prolongado, precisamente, por la pérdida de tiempo del Tropezón, cuando, Kike Ferreres puso un centro de muchos quilates que Cubillas, en magnífico giro de cuello, dejaba la segunda ronda más cerca. Geli la pagaba con el árbitro, que ya ni dejó sacar, recriminándolo el alargue, por otro lado absolutamente normal.

El 1-0 no alteró lo más mínimo a los taniegos, que seguían comportándose como si llevasen la delantera en la eliminatoria. Hasta que su técnico hizo un doble cambio, uno de ellos el de Dorronsoro. Ahora, el Tropezón era un equipo mucho más reconocible. Escobar replicó con Cristian en lugar de Javi Rubio.

En un momento de impasse, el gerundense pierde una pelota, el Castellón se despista y, en un rebote, entre Gonzalo y Ferreres introducen el balón en la portería, en un gol fantasma porque Zagalá la sacó sin llegar a tocar la red. Media ocasión visitante y eliminatoria empatada… Poco duró, afortunadamente, porque, fue sacar de centro y Cristian arregló la avería. Con 2-1, y más de 20 minutos aún por delante, Cubillas dejó su sitio al debutante Nuha.

SUSPENSE // El partido avanzaba y el Tropezón estaba a un gol de la clasificación, en una situación que hubiese firmado no solo en el arranque del partido, sino del cara a cara. El Castellón se debatía entre ir con el corazón caliente a por el 3-1 o, con la cabeza fría, mantener el 2-1. El mensaje del banquillo, con Ximo Forner en lugar de Juanjo, invitaba a lo segundo. El Tropezón no llegaba, pero si había empatado de la nada, estuvo a punto de hacer el 2-2, que le hubiese otorgado el pase, a ocho minutos del 90, con una rosca de Fresno al travesaño.

El duelo entraba en el terreno de lo taquicárdico. Cada balón en el área de Zagalá, le costaba un año de vida a cada uno de los 12.000 orelluts, que se pillaron un rebote cuando Nuha erró, lastimosamente, el 3-1. No le tembló el pulso a Cristian Herrera otra vez en el descuento, para regatear a Iván e invitar al albinegrismo a otra ronda. Nuha también redimió y, dos minutos después, servir en bandeja el 4-1.