Cristiano Ronaldo se dedicó anoche a coleccionar un récord tras otro sobre el césped del Millenium Stadium de Cardiff.

El primer gol que le marcó el luso a la Juventus supuso el tanto número 500 del Real Madrid en la Champions League, y con el segundo Cristiano alcanzó la cifra de 600 goles en un total de 855 partidos oficiales disputados en competiciones de clubs y con la selección de Portugal.

Cristiano se convierte además en el primer jugador del Real Madrid que logra un doblete en una final de la Champions desde que lo consiguiera Puskas en el 1962.

La estrella blanca ha acumulado diez tantos desde la ronda de cuartos de final y se ha proclamado así máximo goleador de esta edición de la Champions con 12, uno más que Messi, siendo la quinta vez que el luso es pichichi de esta competición. De hecho, lo ha sido en cinco temporadas consecutivas, aunque en la 2014-15 acabó empatado a diez con los barcelonistas Neymar y Leo Messi, que también ha acabado en cabeza de esta lista en cinco ocasiones.

Cristiano, que fue elegido mejor jugador de la final, se mostró muy feliz después de ganar un nuevo título continental al frente del Real Madrid. Después, en los micrófonos de Bein Sports, habló para sus críticos: «Yo doy la respuesta en el campo, la gente que me critica va a meter la guitarra en el saco porque ganamos y somos los mejores».

Sobre cuáles serán sus próximos objetivos, dijo que será de nuevo ganar otra Liga de Campeones: «Eso es lo siguiente. No es fácil, pero todo es posible», comentó. También destacó el récord de haber logrado dos Champions seguidas, «un récord más que estos jugadores merecían y estamos muy contentos, somos un equipo muy bueno», dijo.