Una volea grandiosa de Luka Modric puso en órbita a la selección de Croacia, que mandó un claro mensaje a España más allá del gol extraordinario del centrocampista del Real Madrid. Fue a falta de cuatro minutos para el descanso y con él se sacudió el equipo dirigido por Cacic los temores que le provocaba Turquía con un planteamiento de desgaste que amenazaba con deteriorar progresivamente la iniciativa y buena disposición croata.

Tuvo, incluso, el cuadro turco la ocasión de adelantarse con un claro cabezazo de su delantero Tosun que afortudamente para Subasic mandó el balón hacia donde él se encontraba sobre la línea de la portería. Fue poco antes de que apareciera Modric para recoger un rechace de Babacan y empalmar al borde del área para trazar un remate digno de decidir un partido (m. 41).

Fue lo que ocurrió, pese a que Terim buscó la reacción con la entrada de Volkan Sen y el cambio de banda de Arda Turan, que acabaría siendo sustituido después de firmar una actuación decepcionante. Turquía llegó con vida hasta el final porque Srna lanzó al larguero en una falta y Perisic también encontró la madera en un remate posterior.

LA ‘INVASIÓN’ // La anécdota del debut de croatas y turcos la protagonizó un aficionado de la selección balcánica, que logró colarse en el césped del estadio Parque de los Príncipes cuando Luca Modric festejaba el primer gol de Croacia. Vestido con la camiseta de damero rojiblanca típica del combinado croata, el seguidor burló la vigilancia de los empleados de seguridad que rodean todo el campo y en el momento en el que Modric se acercaba a la banda donde se concentraba una parte de los aficionados de su selección, el aficionado saltó al campo y durante unos segundos festejó el gol junto a los jugadores.

Posteriormente, fue sacado de la melé, pero logró escapar y volver a las gradas, donde fue ocultado por sus compatriotas. H