Todo el mundo en el ‘paddock’ del Mundial de MotoGP cree que Cal Crutchlow (Coverty, Inglaterra, 30 años), ganador de dos grandes premios este año, en Brno (República Checa) y Phillip Island (Australia), pese a llevar una Honda ‘satélite’, es decir, no oficial, es un ‘bocas’, un charlatán, alguien que dice lo que piensa (y es enormemente sincero, auténtico), aunque no sea políticamente correcto. Es posible también que sienta una especial atracción, tentación, por los micrófonos, grabadoras y móviles. Sobre la alfombra de asfalto se ha ganado, y mucho, el respeto de sus colegas.

Para que se hagan una idea, voy a utilizar las palabras de una de las personas con mayor prestigio del Mundial de MotoGP para describir al reciente vencedor de Australia. El norteamericano Randy Mamola, cuatro veces subcampeón del mundo de 500cc (1980, 81, 84 y 87), escribía recientemente en ‘Motorsport.com’ que Crutchlow “es un tipo auténtico, de los más simpáticos y honestos del ‘paddock’ pues, mientras la mayoría de pilotos de equipos ‘satélites’ se quejan por falta de apoyo de sus fábricas, Cal no tiene reparo alguno en asegurar que Marc (Márquez) ganaría con su moto, mientras que no está muy seguro de que él fuese capaz de hacerlo con la Honda oficial del ‘team’ Repsol”.

TEMPORADA BRILLANTÍSIMA

Muchos pilotos oficiales, por ejemplo, Dani Pedrosa, que lleva la moto ‘pata negra’ de Honda, no han conseguido este año lo que ha logrado Crutchlow, dos victorias y dos segundos puestos (Alemania e Inglaterra) aunque, eso sí, también cinco ceros: Catar, Argentina, Austin, Le Mans y Holanda. Crutchlow, uno de los seis treinteañeros que hay en MotoGP -Valentino Rossi (37), Nicky Hayden (35), Álvaro Bautista (31), Eugene Laverty (30) y Andrea Dovizioso (30)—ha renacido desde que es padre de una preciosa niña, llamada Willow, de la que también se acordó en el podio de Phillip Island. “Lo que más me duele es que le dije a Lucy (su esposa) que fuese a Malasia con Willow y le tenía que haber dicho que viniese a Australia, las encuentro a faltar”.

Desde que nació Willow, Crutchlow no cesa de enlazar éxito tras éxito. “Sí, ya sé lo que me va a decir: que tenga otro hijo. Pues, mire, al bajar del podio de Brno, tras la primera victoria de mi vida, lo pensé pero es que, ahora, tras este segundo triunfo, creo que deberíamos tener gemelos”. Ese es el autentico Cal Crutchlow, íntimo amigo de entrenamiento del ciclista Mark Cavendish, con quien se machaca entre carrera y carrera.

DIVINA PATERNIDAD

“Desde que nació Willow, me siento distinto, no sé, más relajado. Cuando tienes un hijo cambia todo, todo. Antes era más egoísta y solo pensaba en mí, ahora solo pienso en ellas dos”, dice con tono ya mucho más serio, el que, tal vez, no empleó cuando dijo aquello de que “las alas, los alerones, de las Ducati, que han copiado ya todas las marcas, un día causarán una desgracia, pues le cortarán una mano a alguno de nosotros cuando nos caigamos junto a una de las motos italianas”.

No hace mucho, sabedores los periodistas del Mundial que los razonamientos de Crutchlow siempre son punzantes, intencionados, sinceros, le preguntaron cómo cree que se comportará Jorge Lorenzo la próxima temporada en Ducati. Y, sí, Cal volvió a ser demoledor: “Si le hubiesen preguntado a ‘Dovi’ (Andrea Dovizioso, piloto de Ducati), es seguro que hubiese dicho que el piloto ideal para esa gran moto era yo, porque conozco la casa, pero como ustedes me preguntan a mí les diré que Ducati se ha equivocado fichando a Jorge. Si querían victorias y el título pronto ¡ya!, tenían que haber fichado a Márquez, que, en el momento en que Ducati negociaba con Lorenzo, estaba libre”.

NO SOLO GANA EN AGUA

Crutchlow, que hoy mismo se reunirá con sus chicas en Kuala Lumpur, capital de Malasia, donde el próximo fin de semana se celebra el penúltimo gran premio de la temporada, que se despide, como siempre, en Cheste (Valencia, 13 de noviembre), cerró el domingo muchas bocas, especialmente de aquellos que dijeron que había obtenido el primer triunfo de su vida en MotoGP (debutó en Catar-2011) porque llovía. “Ala, ahí tenéis una victoria en seco, con sol, para que ya no digáis que solo gano en agua”.