No es cierto que Valentino Rossi corra con miedo como aseguró, el pasado domingo, en Termas de Río Honda, en Argentina, tras el gran premio y su choque con Marc Márquez, al que acusó de estar destrozando el motociclismo y correr en busca de las piernas de sus rivales. No es cierto que a Valentino Rossi no le guste o vea peligrosa la manera de correr, el ímpetu y la fogosidad de los jóvenes pilotos de MotoGP. Todo lo contrario, le encanta. Tampoco es verdad que rechace el enfrentamiento, el codo a codo e, incluso, como ha reconocido y le ha criticado más de un colega de parrilla de MotoGP, el juego sucio en la pista. Rossi tiene dos caras y muestra cada una de ellas cuando quiere, cuando le interesa, siempre en beneficio propio y con la intención de denunciar a sus adversarios, desestabilizarles, reducir su ímpetu, valor y riesgo.

ARAGÓN Y AUSTRALIA-2017, DOS EJEMPLOS

Hace pocos meses, escasamente cinco o seis, en el último Mundial de MotoGP, el que tuvo como grandes protagonistas a Márquez, vencedor al final en Valencia, y el italiano Andrea Dovizioso, se produjeron dos instantes que demuestran que Rossi juega con las palabras, manipula las situaciones en su beneficio y, sobre todo, cambia de opinión dependiendo, única y exclusivamente, de sus intereses. Los dos instantes (se pueden encontrar más, pero estos son muy definitivos y definitorios de cómo se comporta el icono del motociclismo mundial) se produjeron en el Gran Premio de Aragón y en el Gran Premio de Australia. Ambas carreras fueron ganadas por Márquez y, en ambos grandes premios, Rossi tuvo un comportamiento destacado, siendo uno de los grandes protagonistas en la pista.

En Motorland (Alcañiz, Aragón, 24 de septiembre), el ‘Doctor’, que acabaría quinto detrás de Márquez, Dani Pedrosa, Jorge Lorenzo y Maverick Viñales, provocó el enfado de Pedrosa a quien le dificultó sobremanera e, incluso, ilegalmente, el adelantamiento. Rossi fue arrinconando a Pedrosa para evitar que el veterano piloto catalán le superase, cosa que finalmente hizo porque iba más rápido que el italiano. Una vez concluido el gran premio, Rossi le dijo a Pedrosa que “si se ha enfadado, mejor que corra solo, así tendrá toda la pista y podrá pasar cuando quiera. Lo siento, pero así son las carreras”.

LA CRÍTICA DE PEDROSA

"Rossi cerró la puerta en la recta y fue un poco ajustado. Es peligroso hacer eso a 300 km/h. No dejó espacio y no es correcto. Por suerte, no pasó nada", comentó aquel día Pedrosa. “Valentino me iba echando cada vez más hacia la izquierda y una vez me he puesto a su altura ha seguido empujándome hacia la izquierda y me he sentido muy apretujado, con las ruedas sobre la línea y, la verdad, muy poco margen de maniobra. No creo que hiciera falta llevarme hasta la tierra para defender su posición". Pedrosa dedicó un gesto al transalpino cuando le adelantó. "No estoy enfadado, pero luego que no se queje de que le molestan, que le estorban o que no le dejan adelantar, es para todos igual y ya está".

Por su parte, Rossi no dudó en replicar a Pedrosa: "¿Se ha enfadado?, pues, entonces, mejor que corra solo, así tendrá toda la pista y podrá pasar cuando quiera. No sé qué puede decir de Moto3 o F-1, así son las carreras. A mí nunca me dejan pasar. MotoGP es así. Cuando me ha pasado y ha sacado la mano, pensé que me estaba pidiendo perdón. Pensé que era porque había pasado muy cerca. Yo le dejé espacio. Si vemos imágenes de las últimas carreras, podemos encontrar 30 como ésta sólo en el último año. Hay algunos pilotos que se piensan que son los dueños del circuito".

Lo que ocurrió en Phillip Island, Australia, el pasado año, para todos, también, también, para el ‘Doctor’, su inseparable amigo ‘Uccio’ Alucci, Massimo Meregalli y Lin Jarvis, responsables del equipo Movistar-Yamaha, fue “una de las carreras más espectaculares y vibrante de la última década”. Aquel gran premio retrata aún con mayor severidad la falsedad en el comportamiento del veterano piloto italiano. Rossi, que protagonizó una carrera prodigiosa, con piques, choques, roces y adelantamientos a Márquez, Andrea Iannone y Johann Zarco, acabó segundo detrás del tetracampeón de Cervera y por delante de Viñales, su compañero en Yamaha.

CUESTIÓN DE VALOR

Una vez concluida la carrera de Phillip Island y ante el micrófono de Izaskun Ruiz, de Movistar MotoGP TV, el ‘Doctor’ se expresó en la dirección contraria a lo dicho, el pasado domingo, en Argentina. Rossi, no solo enseñó orgulloso las marcas que los neumáticos de sus rivales habían dejado en su mono, sino que se mostró orgulloso de aceptar el reto de correr como quieren los jóvenes que suben de Moto2. “En Italia decimos que, en carreras así, el que llega primera es el más ignorante, pero no ignorante de tonto ¿entiendes?, sino de meterle cojones. Y yo ya he entendido que debo de ser el más ignorante si quiero ganar”.

Aquel día (ver video), Rossi reconoció que había sido “una carrera extraordinaria, bella, en la que me he divertido mucho”. En esa carrera, el líder, protagonista y vencedor fue Márquez y no, no parecía tenerle mucho miedo Valentino. “En los últimos tiempos -contó un Rossi orgulloso, divertido, feliz, sonriente--, ha habido muchos pilotos que han aumentado el nivel de agresividad en las carreras y, si este es el juego, pues vamos a jugarlo, sí”.

Y, sí, habló de miedo, pero en el sentido contrario a lo dicho el domingo en Termas de Río Hondo. “Ha sido un espectáculo bello, pero peligroso para todos, aunque ya vemos que ninguno tiene miedo de ir contra el otro. Y, bien, bien, vale, me gusta, estoy listo para correr así”.

CUANDO ROSSI NO SE ENFADABA

Rossi reconoció ese día que los pilotos que suben de Moto2 aportan una agresividad que le faltaba a MotoGP. “En efecto, los pilotos que vienen de Moto2 son muy agresivos. Ahí están Márquez, Iannone y, más recientemente, Zarco. Pues, venga, sí, aceptemos sus reglas”. Cuando Izaskun Ruiz le pregunta si es una advertencia, el ‘Doctor’ señala: “No, no, ni mucho menos, no hay que enfadarse, lo único que hay que hacer es aceptar ese reto y pilotar como ellos, que es lo que he hecho hoy, de lo contrario lo mejor es quedarse en casa”.